El destino le jugó otra mala pasada al basquetbolista argentino Walter Herrmann. Unas horas después de consagrarse campeón sudamericano con la Selección Argentina y de ser elegido el mejor jugador del torneo, el alero del Unicaja Málaga se enteró de la muerte de su padre, Héctor, justo el día en que se cumplía un año del accidente automovilístico que les costó la vida a su madre, su hermana y su novia. Una trágica coincidencia que enluta otra vez la vida del jugador, que está convocado para el plantel que se prepara para los Juegos Olímpicos.
El domingo a media tarde, Herrmann se trepaba al aro del estadio de Campos, Brasil, para continuar con la tradición de los campeones: llevarse la red. La Selección Argentina acababa de vencer 95-78 en la final a Brasil, en un partido en el que el santafesino había sido la gran figura del equipo, con 37 puntos y 13 rebotes. La nota la daba el hecho de que esa alegría llegaba justo el día que se cumplía un año de las muertes de su madre, su novia y su hermana, ocurridas el 18 de julio de 2003 en una ruta cordobesa. Y la trágica casualidad se dio por la noche, cuando su padre Héctor sufrió un ataque cardíaco y falleció en su casa de Venado Tuerto.
El duro presente para Herrmann llega en circunstancias parecidas al anterior. En aquel momento venía de cumplir su mejor año como profesional, había sido elegido como el mejor jugador de la liga española. Además, en el Sudamericano de Montevideo iba a jugarse un lugar en el plantel para el Preolímpico de Puerto Rico. Tras la tragedia, Herrmann desistió de la convocatoria e incluso pensó en dejar el básquetbol. Ahora habrá que ver qué decisión toma, ya que el entrenador Rubén Magnano lo citó, junto con Leonardo Gutiérrez y Carlos Delfino, para integrar el equipo que se prepara para los Juegos Olímpicos.