DEPORTES
› LE GANO 2-0 EN MONTEVIDEO AL WANDERERS
Boca primero, y no es grupo
La victoria le permitió adjudicarse el Grupo 6 de la Libertadores y visitará a El Nacional de Quito en los octavos.
Si se trataba de ganar en Montevideo para quedarse con el primer puesto del Grupo 6 de la Copa Libertadores, porque eso convenía a los planes, a Boca le salió, a la larga, como lo había planeado. Las instrucciones indicaban derrotar al Montevideo Wanderers en el improbable estadio Luis Franzini del Defensor Sporting, enclavado en el Parque Rodó, para arrebatarle el primer lugar al modesto conjunto montevideano y arrancar los octavos de final visitando a El Nacional de Quito para definir la serie como local en la Bombonera. Pero el equipo argentino no lograba concretar en la red la superioridad mínima que denotaba moviéndose en el campo hasta que a 20 minutos del final de un partido aburrido y monótono, Walter Gaitán clavó un disparo bajo, contra el palo izquierdo, que superó la estirada del golero Nanni.
Después cayó, en catarata, la emoción que le había faltado al partido. Primero, la expulsión de Carreño, por una burda infracción sobre Herrera; luego, el penal que solo un localista como Epifanio González puede cobrar,viendo falta de Schiavi sobre Blanco, y que Abbondancieri desvió con maestría al corner; por último, la gran jugada de Giménez, tras un contraataque iniciado por el arquero, que el chaqueño tradujo en el segundo gol tras eludir al arquero. Esa determinación del final justificó con creces la victoria, que le permitió a Boca sumar 13 puntos, contra 10 del Montevideo Wanderers (que recibirá a Peñarol en los octavos), 9 del Santiago Wanderers (que ayer venció 2-1 al Emelec) y un punto del Emelec.
A juzgar por el marco, el pronóstico no era del mejor en lo que a fútbol se refería. Wanderers y Boca llegaban empatados en puntos, pero con mejor diferencia de gol a favor de los uruguayos, lo que obligaba realmente al equipo de Tabárez a cambiar fútbol por goles si es que, realmente, los planes eran evitar la definición de los octavos como visitante.
Pero Boca plantó una línea de volantes muy prolijita –Serna, regresando, en el medio, más Battaglia y Giménez a los costados– más Gaitán de enganche, y entre todos no alcanzaron a maquinar suficiente fútbol. Apenas si se contabilizaron un zurdazo de Gaitán, un remate desde lejos de Giménez y un tiro libre que ejecutó el riojano.
En el complemento, el Wanderers se animó más. Pero recibió el cachetazo de Gaitán, casi cuando Boca firmaba el empate, y el equipo local supo de pronto quién era el dueño del partido. La expulsión de Carreño motivó más al visitante, y el segundo gol de Giménez liquidó la cuestión. Delgado estuvo muy cerca de poner el 3-0, pero hubiera sido exagerado.