El tenis argentino quiere quedarse, como en Seúl 1988 o Barcelona 1992, con una medalla en los Juegos Olímpicos. Y después de las sucesivas frustraciones que vivió desde antes de viajar a Atenas, confía en Paola Suárez y Patricia Tarabini para ganarla. Las argentinas avanzaron a las semifinales del torneo olímpico de dobles femenino, y en caso de ganar hoy ese partido, podrán competir por la medalla de oro; de perderlo, tendrán el consuelo de pelear por una de bronce.
Suárez, número uno del mundo en dobles, y Tarabini (50ª) les ganaron ajustadamente a las francesas Dechy (164ª) y Testud (63ª), 6-4, 1-6, 6-4, y se medirán en la semifinal contra las chinas Ting Li y Tian Tian Sun, hoy, a las 11. No fue nada sencillo ganar el partido, ya que las argentinas estaban 4-2 abajo en el último set. Pero ganaron cuatro games seguidos, quebrando dos veces el saque de las francesas, para imponerse.
“Estamos con ganas y confianza –de ganar una medalla– desde que llegamos. Ganamos este partido y necesitamos por lo menos uno más... Con Pato nos complementamos muy bien, ella juega en la red y yo atrás. Tengo mucha confianza jugando con ella”, señaló Suárez al término del encuentro.
Tarabini, una experimentada jugadora de 36 años, por su parte, hizo hincapié en el esfuerzo que significó recuperar nivel de juego y físico para entrar entre las primeras 50 y clasificarse para los Juegos.
“Con Poli jugué tres o cuatro veces y me encanta hacerlo con ella... Pero tenía que recuperar mi nivel y mi ritmo, ponerme bien físicamente, y se lo debo a ella y a Gisela (Dulko). Nunca en mi vida entrené como ahora. Hubo momentos muy difíciles, pero, como Poli me lo impuso –bromeó–, llegamos a meternos entre las 50”, explicó la tenista.
Respecto del partido de semifinales, Suárez fue enfática: “Tenemos que entrar a ganar, jugar con todo y tratar de sacar una medalla... Es una presión muy linda que vengan a vernos, ayer lo hicieron las Leonas y también que haya público argentino”.
La tenista de Pergamino forma pareja habitualmente con la española Virginia Ruano Pascual, que jugará la otra semifinal junto a la veterana Conchita Martínez, y podrían verse las caras en una eventual final hispano-argentina. “¡La mato! –bromeó–. ¡Con Vivi está todo bien! Nos vemos, estaba en la cancha cuando jugamos. Si tenemos que jugar en contra, sólo podría ser en la final y ahí jugaremos por nuestros países.”
Es el tercer partido que gana la dupla argentina: primero vencieron a las españolas Anabel Medina Garrigues (97ª) y Arantxa Sánchez Vicario y luego a las japonesas Akiko Morigami (224ª) y Saori Obata (177ª).
Suárez y Tarabini están salvando la frustración generalizada tras el pésimo arranque de los representantes del tenis nacional en los Juegos, con las renuncias de Guillermo Coria y Gastón Gaudio y los abandonos por lesión de David Nalbandian y Agustín Calleri.
Muy distinto a lo que han conseguido los tenistas chilenos Nicolás Massú y Fernando González, finalistas en dobles y semifinalistas, ambos, en el cuadro de singles, después de haber vencido ayer a Carlos Moya y Sebastien Grosjean. Ambos se aseguraron ya oro o plata en dobles y al menos un bronce en singles. “Ganar dos medallas no es sólo importante para el tenis, sino para todo el deporte chileno”, afirmó Ma-ssú. Si ganan en dobles, será la primera medalla de oro de la historia olímpica de Chile.