Cuando parecía que se iba a repetir el resultado negativo sin goles, prácticamente en la última jugada del partido, el Rolfi Montenegro –el mejor jugador de la cancha– inventó la maniobra, se jugó entrando con decisión y sutileza por derecha, y al ser derribado abrió la posibilidad para Huracán. Los penales habitualmente en el Globo los pateaba Morquio. Esta vez el uruguayo, golpeado en su confianza por sucesivos fracasos en la conversión, no se movió y fue el mismo Montenegro, engañando al Gato Sessa, quien le dio los tres puntos al equipo de Brindisi.
Fue justo. Huracán había hecho más y pese a que no supo aprovechar la ventaja de tener por largo rato un hombre de más, siempre estuvo dispuesto –con errores– a buscar la diferencia. Así, en otro de los adelantos de la decimotercera fecha del Clausura que cierra hoy, el local cumplió con la regla de su irregularidad... Una de cal, una de arena.
Huracán debió sufrir y esperar hasta los últimos instantes del encuentro para festejar la victoria en un partido entretenido, en el que los de Liniers jugaron desde los 41 minutos del primer tiempo con un hombre menos por la expulsión del volante Juan Pietravallo. El partido fue intenso y entretenido teniendo en cuenta que ambos equipos fueron en búsqueda del triunfo desde el minuto inicial, pero las buenas actuaciones de los arqueros y la falta de puntería de los delanteros en los momentos clave hicieron que la apertura del marcador se postergase.
Pese a la expulsión de Pietravallo sobre el final de la primera parte, Vélez no se dejó llevar por delante en la segunda etapa y casi no se notó que le faltaba un jugador. Si bien por momentos llevó peligro cierto a la valla defendida por Sessa, Huracán no consiguió hacer valer como correspondía el hombre de más; mientras tanto, Vélez, que se agrupó ordenadamente, intentó de contraataque sorprender a su rival.
Sobre la hora, Walter Bustamente bajó dentro del área a Montenegro –la figura de su equipo y del partido– cuando iba en búsqueda de un pase de Luis González, y el árbitro Angel Sánchez marcó el correspondiente penal.
El propio Montenegro, ante la sensata negativa del uruguayo Sebastián Morquio de ejecutar la falta, remató en forma rasante a la izquierda de Sessa y anotó el gol del triunfo del Globo.
Con esta victoria, Huracán consiguió ponerle fin a una serie de tres derrotas consecutivas como local en las que había acumulado un número casi alarmante de goles en contra (nueve en tres partidos con solo uno a favor) como consecuencia de las caídas ante Boca (0-2), con Estudiantes (1-6) y con Talleres (0-1). Por el lado de Vélez, la pérdida de posibilidades en la Copa Libertadores ha tenido anímicamente consecuencias devastadoras.