El avance de Argentina hacia el anhelado objetivo del oro olímpico parece imparable, y las estadísticas así lo evidencian: la Selección es el único equipo invicto del certamen, ganó los cuatro partidos que disputó y no recibió goles en contra. Ayer, los dirigidos de Bielsa volvieron a mostrar todo su potencial ofensivo y golearon a Costa Rica en forma cómoda, con tres tantos de Carlos Tevez y uno de César Delgado. El próximo martes, el conjunto albiceleste se enfrentará a Italia en las semifinales, con el propósito de asegurarse un lugar en el podio.
Consciente del potencial ofensivo del equipo argentino, Costa Rica intentó jugar el partido que más le convenía. En los primeros minutos del partido su planteo se basó en una combinación de orden táctico con buen manejo de la pelota. Si bien Argentina tenía el balón y la iniciativa del encuentro, no llegaba con la claridad y el peligro que había mostrado en sus presentaciones anteriores. Fue entonces cuando se decidió a probar de media distancia para tratar de abrir el marcador. A los 24 minutos, tras un potente remate desde fuera del área ejecutado por Cristian González, el arquero costarricense ofreció un rebote que César Delgado capitalizó para señalar el primer tanto. El trámite del partido se abrió y los dirigidos de Bielsa sacaron provecho de ello llegando cada vez con más claridad, hasta que Tevez, cerca del final del primer tiempo, marcó el segundo y la suerte del pleito pareció quedar sellada.
Por eso, en el complemento, la Selección se dedicó a regular ante un rival que no podía lastimarlo. Atacó poco pero sin perder la contundencia. Sobre el cierre, otra vez Tevez, con dos acciones implacables, aumentó la cuenta del equipo argentino para redondear una actuación sólida y convincente que le permite sustentar aún más su sueño de ganar por primera vez la medalla dorada en los Juegos Olímpicos. Un logro que cada vez parece más cercano, si Argentina mantiene este nivel de juego y si sus individualidades sostienen este rendimiento.