Con mucha bronca, el plantel de Boca llegó ayer al país luego de haber perdido la Recopa Sudamericana a manos del Cienciano. Lejos de una autocrítica por lo sucedido en Estados Unidos, tanto el técnico Miguel Brindisi como los jugadores se quejaron de la falta de organización y de los problemas que padecieron durante toda la estadía en Miami. Con la delegación boquense no llegó Carlos Tevez, que se quedó con unos días de licencia y se reincorporará mañana para poder jugar el domingo ante Gimnasia. Tevez ocupará el lugar de Martín Palermo, que tiene que cumplir las dos fechas de suspensión que le dieron por la expulsión ante Lanús en la primera jornada del Apertura.
“En todos los años que tengo de fútbol, nunca me había pasado algo igual. Nunca había vivido algo tan mal organizado”, se quejó Brindisi. “Es que no había nada previsto desde que llegamos. Si sabíamos, viajábamos dos días antes. El partido casi no se juega porque a los organizadores les costó juntar 14 policías”, señaló el entrenador boquense, que comentó que esos hechos igual no debían tomarse como excusas de las derrotas. “Hay un campeón, el Cienciano, que ganó el trofeo en buena ley”, señaló Brindisi.
Por su parte, el arquero Roberto Abbondanzieri aseguró que contra Cienciano Boca disputó “un partido parejo”, pero que con sus compañeros no supieron definirlo. “Tuvimos algunas chances, pero no supimos definirlo. Después, los penales fueron casualidad”, remarcó Abbondanzieri, que se encargó de enfatizar que Boca no subestimó al rival. “Eso sí: no nos confiamos. Lo teníamos controlado. Y justo cuando estaba por terminar nos hicieron un gol de pelota parada, que sabíamos que era una de sus armas fuertes... Pero ya pasó. Igual que contra Once Caldas. Mala suerte”, señaló el arquero.