DEPORTES
En La Bombonera se hizo un raro simulacro de fútbol profesional
Boca y Estudiantes empataron nada a nada. De malo para abajo se acepta cualquier calificativo: feo, horrible, espantoso...
› Por Juan José Panno
Estudiantes era el puntero del campeonato. Y Boca, bueno, es Boca, por más bajo que ande. Tarde linda, con mucho solcito, cancha llena, hinchas locales que cantan antes del partido para olvidar hondas penas recientes; mucho colorido en el agrandado público visitante, ubicado en la tercera bandeja y parte de las plateas del Riachuelo. De todo eso, con ese marco, algo bueno, alguna cosilla, un destello, una rafaguita, una miserable gotita de fútbol podía esperarse. Error. Empataron cero a cero o lo que es más preciso, nada a nada. Jugaron muy mal en el primer tiempo y en el segundo demostraron que podían ir aún más lejos y alcanzar niveles inferiores.
La nada de Estudiantes tiene un disfraz que está de moda: equipo prolijito, armado, que no da ventajas, privilegia el orden, defiende con dos líneas de cuatro, coloca a todos sus jugadores por detrás de la línea de la pelota, no regala nada y muestra velocidad para capitalizar algún aislado contraataque. La nada de Boca es sobre todo impotencia. Quiere atacar, pero no tiene idea de cómo se hace; se plantea manejar la pelota, pero carece de enganches; se propone armar juego, pero con Guglielminpietro y Cardozo tan bajos y Cascini obligado a asumir responsabilidades mayores se hace difícil.
De los noventa minutos de juego quedaron un puñadito de situaciones de gol o cosas que se le parecen. A saber: un remate de Krupoviesa que se desvía en Pavone y atajada, con rápidos reflejos, de Abbondanzieri; gran pase de Palermo (lo mejor de lo suyo) a Guglielminpietro y masita a las manos del arquero Herrera; remate pifiado de Gelabert en un rápido contraataque; cabezazo de Ormazábal desviado, al lado del palo izquierdo de Herrera; remate desviado de Maceratesi, tras centro de Carrusca (el mejor de Estudiantes) debajo mismo del arco; remate fallido a dúo de Schiavi y Palermo, debajo mismo del otro arco. Todas estas jugadas llegaron en medio de pases equivocados en cadena, escenas varias de lucha libre, tarjetas amarillas en reparto equitativo, pelotazos con destino incierto y muestras diversas de incapacidad técnica. Uno se pregunta: en vez de practicar tanta jugada de balón detenido, ¿no podrían ensayar aspectos vitales del juego tales como pegarle a la pelota, bajar la pelota y entregarle la pelota a un compañero? Si es mucho pedir, avisen.
Boca:0
Abbondanzieri; Jerez, Schiavi, Traverso, Calvo; Ormazábal, Cascini, N. Cardozo, Guglielminpietro; Tevez, Palermo. DT: Jorge Benítez.
Estudiantes:0
Herrera; Aquino, Ortiz, Cáceres, Krupoviesa: Gelabert, Meléndez, H. Cardozo, Carrusca; Sosa, Pavone.
DT: Reinaldo Merlo.
Arbitro: Claudio Martín.
Cambios: 55m Maceratesi por Pavone (E); 60m Lugüercio por Sosa (E); 61m B. Schelotto por N. Cardozo (B); 67m Cagna por Guglielminpietro (B); 85m Galarza por Ormazábal (B); 88m Benítez por Carrusca (E).