Luego de la excursión por La Paz, Boca quedó bien parado de cara a la revancha ante Bolívar por la final de la Copa Sudamericana. Una caída en la altura por un gol se puede considerar un buen resultado, más allá de que el juego del conjunto no otorgue ninguna garantía de éxito para el partido de vuelta. Pero lo más trascendente para este plantel es que está recuperando su identidad. Luego del frustrante paso de Miguel Brindisi, parecía que varios jugadores tenían un ciclo cumplido. A partir de la llegada de Jorge Benítez, esa situación entró, al menos, en un terreno de discusión y replanteo.
Es cierto que Boca no juega bien. Le cuesta generar situaciones de gol, no consigue fluidez en el trato de la pelota y le resulta difícil plasmar superioridad sobre sus rivales. Pero también es verdad que en la Sudamericana está recuperando la personalidad que fue su marca registrada en la etapa de Carlos Bianchi. En Paraguay se bancó la hostilidad del Defensores del Chaco y dejó en el camino a Cerro Porteño con apenas un empate como local en la ida. Luego calmó la caldera que era el Beira Mar colmado de torcedores del Inter y se trajo la clasificación para la final sin pasar sobresaltos. El miércoles, en La Paz, superó el fantasma de la altura, dejó en silencio al Hernando Siles y terminó perdiendo en una jugada polémica cuando parecía tener todo controlado. Tres partidos que se asemejan más al exitoso proceso de Bianchi que a la hibridez del período de Brindisi.
Ahora será el tiempo de la revancha y la posibilidad de que Boca cierre con una sonrisa un semestre que pintaba negro. Allí radica el mérito de Benítez. Llegó en medio del incendio y, no sólo lo apagó, sino que está cerca de devolver la casa arreglada y pintada. “Me aclararon que era un interinato, pero voy a trabajar con todo porque sueño con tener una oportunidad cuando elijan al técnico definitivo”, dijo en su presentación. Es más que probable que no le alcance para cumplir su objetivo de máxima cuando asumió el cargo. Sin embargo, su imagen se potenció y, a futuro, será un nombre a tener en cuenta cuando Boca busque un técnico de la casa.