El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, renunció a la presidencia del Milan, tras casi dos décadas en el cargo, obligado por la entrada en vigencia de la ley sobre “conflicto de intereses” aprobada por su propio gobierno. “Realmente lo lamento mucho. De todos modos, en mis años como presidente gané más que ningún otro en el mundo. Insisto, siempre a nivel internacional”, dijo Berlusconi al confirmar la noticia.
La ley, aprobada en julio por el Parlamento italiano, prohíbe a todo miembro del gobierno ejercer otros cargos en los que puedan aparecer conflictos de intereses con el Estado. Tampoco permite ejercer actividades profesionales en el sector de la competencia gubernamental. El proyecto permite ser propietario de una empresa, pero no manejarla personalmente, tal cual es el caso de Berlusconi con el Milan.
El vicepresidente Adriano Galliani, brazo derecho de Berlusconi, cuenta con más chances de sucederlo que Piersilvio Berlusconi, el hijo del magnate, que tiene otro conflicto de intereses: es el que negocia los derechos de televisión en el fútbol italiano... para la televisión.