Dom 06.02.2005

DEPORTES

Como al canal de Boca le va mal, en River no van a sacar su señal

Boca TV fue un fracaso por su bajo nivel de audiencia, por lo que su tradicional rival postergó el lanzamiento del suyo.

› Por Gustavo Veiga

No todo lo que significan River y Boca se traduce en dinero. El canal de cable xeneize, por su muy bajo nivel de audiencia y magros ingresos publicitarios, provocó que los impulsores de un proyecto semejante que iba a lanzarse desde el Monumental de Núñez aplazaran la idea hasta una mejor oportunidad. La pobre performance de Boca TV ya generó juicios, despidos y levantamiento de programas, justo cuando está por acontecer el centenario de la institución. Desde la vereda de enfrente, la determinación de no avanzar con la idea de una señal propia fue confirmada a Página/12 por un dirigente de River: “El canal se congeló por lo mal que le está yendo al de Boca”. El clásico más clásico del fútbol argentino puede ser considerado un insustituible condimento en la mesa de cualquier domingo, pero si satura con partidos enlatados, emisiones de baja calidad y bailantas que, de deportivas, sólo tienen las piernas torneadas de provocadoras señoritas, la gente le dará la espalda.
Boca TV se presentó el 17 de noviembre de 2003 durante las Jornadas de Cable, fogoneado por el optimismo de los empresarios que colocarían el producto en pantalla al mes siguiente. Juan Fabri, un hombre que llegaba al fútbol con el antecedente de haber producido Sólo Tango, decía en aquella oportunidad: “Boca TV ya arranca con la mitad más uno de los televidentes, lo que representa una enorme audiencia para nosotros”. Esta aspiración, entre una expresión de deseos y una afirmación basada en endebles certezas comerciales, podría emparentarse con otras que, en el pasado, señalaron el camino de cómo se puede perder dinero con los colores azul y amarillo como bandera. En la fabricación de bebidas gaseosas, la publicación de revistas o la filmación de películas.
A un año y dos meses de su inclusión en la grilla de Multicanal (ocupa el número 67) y Cablevisión (el 20), la señal boquense no recupera terreno y en buena medida se debe a su escasa publicidad. “Aunque ésta no es determinante en el cable, sí indica un síntoma de aceptación”, afirmó una fuente que trabaja en el medio como productor general de un conocido programa. En consecuencia, las dificultades de Boca TV se han convertido en un mal indicio para quienes están detrás del proyecto televisivo de River.
Pese a que mediados de 2004 se firmó un contrato entre la institución de Núñez y la sociedad que pretende difundir todas sus actividades por TV, no se avanzó mucho más allá de los papeles. La empresa tiene como cara visible a Jorge Alvarez, un ex integrante del staff de Produfé, y la productora Pramer –la misma que se vinculó al canal de Boca– también se sumó al proyecto que ahora quedó stand by.
“Quienes invirtieron en esta iniciativa quieren salir con un presupuesto equilibrado, por eso lo postergaron y todavía no se fijó la fecha de lanzamiento”, comentó uno de los periodistas que participará en la señal de River. En el club, un par de directivos consultados son pesimistas porque analizan la situación con el prisma de lo que sucede en Boca. Y en off, señalan que “el canal da pérdidas y creemos que va a cerrar”. En rigor, se maneja la opción de un relanzamiento ya que suponer su no continuidad sería un golpe muy duro para quienes hicieron la inversión y, sobre todo, para los trabajadores que no participaron del cálculo de posibles utilidades y pérdidas.
Este cronista intentó comunicarse con Boca TV en la tarde del viernes, pero una y otra vez un contestador –en castellano y en inglés– indicaba opciones que no conducían a nadie. Allí, en el barrio de Caballito, también funcionan el canal de cable Sólo Tango y Televisión Argentina, un sistema de circuito cerrado que se emite en ómnibus de larga distancia. En lo que va de 2005, la señal boquense repite programas enlatados y partidos de fútbol que, como los de divisiones inferiores, se jugaron durante elaño pasado. Incluso continúan reiterándose ciclos como Por el club, que ya se habrían levantado.
Además, el gerente de programación, Rubén Vignoles, fue apartado del canal y habrían corrido la misma suerte otros empleados que decidieron demandar a los responsables de Boca TV. Algunos de los títulos que todavía siguen apareciendo en pantalla son Planteles Dorados, conducido por el periodista Claudio Orellano –la voz del estadio en la Bombonera–, Fantástico en Boca TV, el programa de música tropical, y Biografías de los grandes ídolos de Boca.
En River, mientras tanto, miran de reojo lo que pasa en el canal que se atrevió primero en el mercado. Pasó –salvando las distancias– algo similar a lo que a menudo ocurre con las campañas de afiches donde los dos grandes rivales se aguijonean con cargadas o a la polémica desatada con la nueva camiseta xeneize que tiene la banda amarilla. Boca y River necesitan mirarse en el otro para saber cuál es la tendencia que está de moda. Aunque dé pérdidas.

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