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› RACING PERDIO 1-0 CON ARGENTINOS EN LA PATERNAL
Se fue con la chapa golpeada
La Academia arrancó como candidato al título, pero la realidad le pegó duro, ya que cayó 1-0 con un tanto de Morinigo.
Ya se jugaba tiempo de descuento. Araujo envió un centro cruzado para la entrada de Guerrero, que por muy poco no pudo impactar la pelota dentro del área chica, cuando Marcos Gutiérrez no tenía chances de evitar el gol. Ahí se terminaron de morir todas las ilusiones de Racing, que fue a visitar a Argentinos con la chapa de candidato y se volvió con una derrota 1-0 que le sembró muchas dudas de cara al futuro. En un encuentro muy parejo, el paraguayo Gustavo Morinigo, debutante absoluto, anotó el tanto de Argentinos en la primera pelota que tocó en el partido, para darle la victoria al conjunto de La Paternal. Para Argentinos, la victoria es muy trascendente teniendo en cuenta su posición en la tabla de los promedios.
Apenas un minuto tardó Racing en generar peligro. Guerrero recibió la pelota y sacó un remate que se fue cerca del palo de Gutiérrez. Sin embargo, ese arranque promisorio del equipo de Rivarola fue sólo un espejismo, ya que enseguida Argentinos logró contrarrestar ese dominio. Entonces, el trámite se tornó muy parejo, con mucha enjundia para pelear cada balón, pero con poca claridad para jugarlo.
Es por eso que hubo muy pocas situaciones de gol frente a los arcos, más allá de una espectacular chilena de Diego Simeone que se fue apenas unos centímetros por encima del travesaño. En ese contexto, Racing fue el único equipo que exhibió una voluntad ofensiva definida, aunque sus limitaciones y la falta de ideas que evidenció en la tarea creativa no le permitieron marcar nítidas diferencias en el partido. No encontraba sociedades para generar fútbol, por lo que sus delanteros no recibían juego. Del otro lado, Argentinos sólo pretendía mantener el orden y evitar que su arquero pasara sobresaltos. Esa parte del objetivo logró cumplirla, pero en ataque el aporte de sus jugadores resultó casi nulo.
Ante ese panorama, muy poco parecía cambiar y el empate era el resultado que mejor le caía al partido. Racing dependía demasiado de un apagado Mirosevic, mientras que los de La Paternal seguían tranquilos, sin pretender cambiar su fórmula. Hasta que surgió el paraguayo Morinigo para cambiar la historia. El volante, recién ingresado al juego, recibió la pelota y con una media vuelta superó la estirada de Lucchetti. De esa forma, casi sin proponérselo, Argentinos se encontró con una ventaja que no merecía y la supo sostener hasta el final. Si con la igualdad Racing no tenía ideas, ni hablar cuando se encontró en desventaja. Así se llegó al cierre, que mostró a un Argentinos muy feliz por una victoria que casi no buscó y a un Racing muy confundido por una derrota que no esperaba y que golpeó muy duro.