DEPORTES
La Hiena Barrios venció a Anchondo y cumplió su sueño de campeonato
El argentino se impuso por nocaut técnico en el cuarto round y logró el título mundial de los superplumas de la OMB en Miami.
Por Daniel Guiñazú
Jorge Rodrigo Barrios se dio el gusto. Y es el nuevo campeón de los superplumas en la versión de la Organización Mundial de Boxeo. Derrotó anoche en Miami por nocaut técnico a los dos minutos del cuarto round al estadounidense Mike Anchondo, quien ya había resignado su título antes de subir al ring, por haberse excedido en más de dos kilos del límite de la categoría (58,967 kg) en el pesaje del jueves. Sereno, medido, aplomado, sin desbordes antes, durante y después de la pelea, en su segundo intento, Barrios llega a ser el 27º campeón de la historia del boxeo profesional argentino y el primero que consigue reinar dentro de las 130 libras.
Los hechos les dieron la razón a la Hiena y a su manager Mario Arano. Había dudas respecto de si tenía o no que aceptar el combate ante Anchondo frente a la enorme diferencia de peso. El estadounidense, que anteayer había dado 61,122 kilos, subió al ring levantado en la playa de estacionamiento del hotel y casino de la reservación indígena de Miccosukee con por lo menos cuatro kilos más, mientras que Barrios, que estoicamente había alcanzado 58,220 kilos, 1,700 por debajo del límite de la división, tenía alrededor de 62 kilos a la hora del comienzo de las acciones. Era riesgoso buscar un título peleando dos categorías arriba y dando tres kilos de diferencia. Y no faltaron quienes aconsejaban dejar pasar la oportunidad y combatir por la corona recién dentro de 90 días. Pero Barrios, Arano y el técnico Alberto Andrada se jugaron. La concentración en La Pampa había durado 90 días y los sacrificios habían sido muchos. Era ahora o nunca. Pidieron 30 mil dólares más. Se los dieron y ya no hubo excusas. Había que pelear.
Barrios se mostró suelto desde el comienzo. Y su izquierda voleada le hizo pasar sobre el final del primer asalto un mal momento a Anchondo, quien denunciaba sus kilos de más en su cintura poco ceñida y en su torso ancho. Otras tres izquierdas, dos cruzadas y una en punta, le permitieron a la Hiena volver a sacar diferencias en el segundo round. Y cuando daba la impresión de que Anchondo empezaba a sacarse de encima los envíos curvos del argentino, una derecha de Barrios impactó en la sien derecha de Anchondo sobre el final del tercer round y lo mandó a la lona. Cuando el ex campeón se levantó, sus piernas eran dos columnas gelatinosas y la expresión de su rostro, el presagio de la derrota.
En el cuarto sobrevino la definición. Una sucesión de manos de Barrios envió por segunda vez a la lona a Anchondo, quien se incorporó con dificultades. Quiso amarrar para que amainara el temporal. Pero no hubo caso. Barrios se abalanzó sobre él, lo castigó con izquierdas en gancho a la cabeza y al cuerpo y Anchondo volvió a caer. Mientras el árbitro Tommy Kimmons le descontaba un punto a Barrios por pegar mientras su rival estaba caído, el estadounidense se fue de la pelea. Gateó hasta su rincón y les dijo a sus segundos que no quería más, en tanto los argentinos presentes en el estadio gritaban hasta la afonía. Cuando Barrios alzó los brazos, el sueño amasado en sus 28 años de vida acababa de cumplirse. Era el nuevo campeón del mundo. Que le dure.
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