DEPORTES
› ERNESTO FARIAS (RIVER) Y RODRIGO PALACIO (BOCA)
El gran duelo del Clausura
Ambos marcaron dos goles el domingo y se perfilan como los protagonistas del gran superclásico de la 14ª fecha, el 22 de mayo.
› Por Ariel Greco
Los dos llegaron para ocupar un lugar pesado y están pagando las expectativas que generaron. Ernesto Farías y Rodrigo Palacio, el goleador de River, y Rodrigo Palacio, la figura de Boca, ya demostraron que sus incorporaciones fueron un acierto. Pero, ¿cuál de los dos es más importante para su equipo? ¿Qué virtudes los emparientan y cuáles los diferencian? ¿Hasta dónde pueden crecer? Una comparación en la que los dos jugadores salen muy bien parados.
Experiencia. Una de las grandes diferencias es que Farías llegó a River como un goleador hecho y Palacio, más allá de sus condiciones, apareció en Boca como una apuesta. El ex delantero de Estudiantes traía casi 100 goles en el fútbol local y una pequeña experiencia en Europa. Y estaba claro que a partir de sus pergaminos su presencia en el equipo titular estaba asegurada. Desde su condición de indiscutible, Farías se consolidó como titular y se sostuvo a fuerza de goles. Desde que llegó a River, ya lleva seis en el torneo local y tres en la Copa Libertadores, en los doce partidos que jugó. Esa marca le otorga un promedio de 0,75 gol por juego. Lo de Palacio resultó diferente. Por más que demostraba en el terreno que merecía un lugar entre los titulares, la trayectoria de sus competidores (Barros Schelotto, Delgado) lo relegaba al banco de suplentes. Con un lugar asegurado, Palacio devolvió la confianza con grandes actuaciones y tres goles en los dos últimos partidos. Ahora depende de su regularidad sostenerse entre los once, porque está claro que condiciones le sobran para ello.
Juego. La sensación que deja Palacio es que resulta más importante que Farías en el armado de las maniobras ofensivas. Si bien puede jugar por adentro, el ex Banfield se tira a los costados, baja a asociarse con los volantes y participa del circuito ofensivo. Sorprende la velocidad que tiene, tanto para conducir la pelota como para picar. Además muestra un gran sacrificio para pelear cada balón, como lo hizo en el segundo gol de Boca ante Central. Por el contrario, el atacante de River aparece más para la definición de las jugadas, aunque es respetable su visión de juego y también es capaz de habilitar a sus compañeros. Claro que por ubicarse generalmente en la línea del último defensor es menos propenso a asistir. No es tan rápido, pero lo compensa con inteligencia para colocarse siempre en posiciones peligrosas para los adversarios.
Gol. En este ítem, la ventaja es clara para Farías. Ya sea de derecha, como en el segundo gol ante Newell’s, como de zurda, como en el primero ante los rosarinos, está claro que se trata de un definidor fantástico, que además siempre está bien ubicado en el área para capturar rebotes. A eso le agrega un gran cabezazo. Un delantero con más de cien goles antes de los 25 años es realmente un dato irrefutable. Palacio todavía tiene menos efectividad, aunque igualmente se nota que condiciones le sobran. Generalmente define con los ojos abiertos y también resuelve con las dos piernas. Todavía no mostró virtudes como jugador de área.
Cabezazo. A pesar de no ser altos, tanto Farías como Palacio tienen un muy buen juego aéreo. El goleador de River convirtió un gran porcentaje de sus tantos de cabeza, ya sea apareciendo por sorpresa por el segundo palo como ganando en anticipo. En la semana lo demostró en el primer tanto ante Junior, más allá de que terminó pegándole con el hombro. Lo del jugador de Boca resultó más sorpresivo, ya que no era una de sus virtudes más conocidas. Sin embargo, el miércoles ante Pachuca mostró esa faceta con una palomita con la que le cambió el palo al arquero y el domingo contra Central repitió con un cabezazo de pique en un centro con pelota detenida.
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