El técnico de Boca, Jorge Benítez, recibió un apoyo explícito del presidente de la institución, Mauricio Macri, pero sigue teniendo la oposición interna de los principales referentes del plantel, mientras siguen circulando nombres de posibles reemplazantes y no escapa a nadie que la situación interna entre el entrenador y los jugadores es tirante.
Ayer por la mañana, mientras Benítez se presentaba a trabajar, prácticamente sin cruzar una palabra con los jugadores –el profesor Oscar Aquino ordenó un trabajo físico intenso–, el presidente Macri lo respaldaba hablando por radio. “Benítez cuenta –como todos los técnicos anteriores– con el apoyo institucional de Boca para hacer su trabajo. Tiene un partido muy difícil por delante, que no es imposible, pero no es fácil intentar dar vuelta el resultado haciendo cuatro goles”, afirmó el presidente. Y agregó: “Espero que los jugadores y él se dediquen a prepararse para este partido. Lo importante no es Benítez, no es Palermo, ni nadie. Lo importante es la institución. Boca está por arriba de todos los hombres que participan hoy y mañana en el club”.
Al ser consultado sobre si un presunto enfrentamiento con el canciller, Rafael Bielsa, le impediría contratar a Marcelo Bielsa, su hermano, Macri respondió: “No hablo de técnicos cuando hay técnicos en función, pero tengo clarísimo que no tiene nada que ver uno con el otro”. También se mencionó a Jorge Burruchaga como posible reemplazante.
Benítez se presentó a trabajar normalmente en el complejo de Casa Amarilla, luego de los dos días de franco que le concedió al plantel tras la goleada 4-0 ante las Chivas de Guadalajara. Mientras el técnico miraba en la cancha número 2 del complejo cómo trotaban sus jugadores, se acercaron a hablarle el vicepresidente primero José Cirillo, y los responsables del departamento de fútbol profesional, José Beraldi y Juan Carlos Crespi.
El entrenador habría explicado que se siente “traicionado” por los principales jugadores del plantel, aunque evitó dar nombres, y revelado que “ninguno de ellos fue de frente” a plantear su problema luego de la goleada en México. En el vuelo de regreso prácticamente no habló con los futbolistas y, según la agencia Télam, fuentes vinculadas con el cuerpo técnico comentaron que Benítez “está muy dolido” por la actitud de varios referentes.
Desde que se hizo cargo del plantel, en octubre pasado, el entrenador tuvo públicas y sucesivas discrepancias con Carlos Tevez, Raúl Cascini, Cristian Traverso, Guillermo Barros Schelotto y Martín Palermo. Precisamente, Palermo se había quejado el viernes del esquema que presentó el entrenador, asegurando que “Boca equivocó el planteo” porque “no puede salir a ver qué pasa”, y remarcó que “sólo los jugadores podemos dar vuelta esto”.
En ese diálogo con los dirigentes, Benítez confirmó que no piensa renunciar, “que es difícil remontar un resultado tan adverso”, pero que se jugará su chance “hasta el final”. Los futbolistas prefirieron el mutismo, no hablaron con la prensa y todos se retiraron presurosos del entrenamiento.