La asombrosa actuación de Emanuel Ginóbili en la primera final de la NBA conmocionó a la liga más poderosa del mundo. Compañeros, rivales, la prensa especializada y el público en general quedaron deslumbrados con el segundo tiempo del bahiense, que no paró de recibir elogios. Y cuando le tocó explicar su labor, el argentino aseguró que las razones de su gran partido habría que buscarlas en su gusto de jugar bajo presión y tener que resolver las pelotas decisivas del partido.
“En mi primer año aquí sólo trataba de finalizar bien las jugadas y entregarme en la cancha. Ahora hay una gran diferencia. Tengo una responsabilidad distinta y mayor. Sé que aunque no juegue bien desde un principio seguiré en la cancha y probablemente me llegarán más bolas en el último cuarto. Me gusta jugar bajo presión”, señaló el bahiense, máximo goleador del encuentro con 26 puntos.
“Spurs tuvo la fuerza G”, fue uno de los títulos que eligió la página de la NBA para el comentario del primer partido. Y cada día que pasa, los apodos y las imágenes de Manu aumentan. En San Antonio son furor las remeras de “Obi-Wan” Ginóbili, un superhéroe en muscolosa y con espada láser, en un juego de palabras con Obi-Wan Kenobi, uno de los personajes centrales de Star Wars. También se venden las de “El Manu”, que aprovechan el nuevo look con el pelo largo del bahiense, para colocar su cara en la emblemática imagen del Che Guevara. Ni hablar de la número 20, ya una marca registrada para los fanáticos de San Antonio.
Claro que para sostener ese marketing, Ginóbili hace sus méritos. “Manu tuvo una noche endemoniada, ofensivamente fue nuestro líder”, sentenció su entrenador, Gregg Popovich. Del otro lado, Larry Brown lo sufrió, como en la semifinal de los Juegos Olímpicos, pero no dejó de reconocerlo. “Nos sacó de ritmo con dos grandes rebotes que capturó y algunas jugadas maravillosas. También hizo un gran trabajo defensivo sobre Tayshaun Prince. Ginóbili jugó un maravilloso partido”, se rindió Brown. “Increíble, fue grandioso”, afirmó Tim Duncan sobre la labor de Ginóbili. “Nos quedábamos parados porque hacía jugadas asombrosas”, agregó el líder de los Spurs. “No paraba de penetrar, abrió la defensa”, destacó Tony Parker. Sus rivales no se quedaron atrás. “Estuvo muy bien, jugó como suele hacerlo, pero el mérito es que lo hizo ante un gran defensor como Prince”, remarcó Chauncey Billups, el jugador más valioso en la final del año pasado.
La prensa también se deshizo en elogios. “Manu gigante, tuvo un segundo tiempo salvaje”, señaló M-Live. “Ginóbili como David (por Robinson), el nacimiento de un socio para Tim”, indicó el San Antonio Express. La NBA no para de asombrarse por un tal Emanuel Ginóbili.