DEPORTES
› OPINION
Hombre a hombre, verso a verso
› Por Diego Bonadeo
Embelesados por el “dibujo táctico” –por supuesto defensivo–, los jugadores del seleccionado de Grecia, campeón de la Eurocopa, todavía deben estar devanando sesos, tizas, pizarrones, fichas magnéticas, computadoras y, por supuesto, videos, para tratar de desentrañar los misterios que encierran las destrezas de los futbolistas brasileños. ¿Cómo puede ser –quizá se pregunten– que habiendo estudiado al dedillo a cada uno de los integrantes del campeón del mundo, y como consecuencia se hayan decidido marcaciones individuales en casi toda la cancha, Brasil haya sido tan superior? Sin Cafú, Roberto Carlos ni Ronaldo, con Ronaldinho bastante lejos de su superlativo nivel habitual, pero con Kaká provocando siempre, Robinho amenazando siempre, Ze Roberto acompañando siempre y Adriano siendo el de siempre (aunque alguna haya ido afuera), pareció que, por lo menos a la larga, la persecución de los griegos resultó más beneficiosa que perjudicial para los brasileños.
Es que Grecia no tuvo “dibujo ofensivo”, acatando lo establecido por el tacticismo respecto de las precauciones. No se pudo saber entonces hasta dónde pueden flaquear Roque Junior, Cicinho o incluso Dida, que pese a ser archiconocidos (en especial Roque Junior y el arquero), siendo cada partido diferente a los demás, si se los obliga en serio a defender. Lamentablemente esta paliza táctica que recibió el tacticismo, esta bofetada a los sumos sacerdotes del “hombre a hombre”, no parece que servirá de mucho, dado que son “ellos”, los apólogos del mensaje menesteroso, los que tienen la sartén por el mango, también el mango y, por supuesto, el monopolio de las tres cosas: la sartén, el mango y el mensaje.