Dom 19.06.2005

DEPORTES  › LA SELECCION DERROTO 4-2 A AUSTRALIA Y AVANZO A LA SEMIFINAL

Crespo, con éste no podés dormirte

Mientras el goleador histórico está de luna de miel, Luciano Figueroa aprovechó su oportunidad y anotó tres tantos para que Argentina pasara de ronda. El restante lo hizo Riquelme, de penal. El conjunto de Pekerman brillaba, pero terminó algo apretado por errores propios.

Recién cuando Luciano Figueroa anotó su tercer gol del día al faltar dos minutos para el final, la superioridad que ejerció Argentina durante todo el partido se pudo reflejar, en parte, en el marcador. Es que el equipo de José Pekerman mostró muchos ratos de buen juego, pero un par de desconcentraciones defensivas le complicaron en el resultado un partido en el que en el trámite dominó a voluntad. Más allá de eso, el 4-2 final no opacó para nada una actuación convincente que le dio a Argentina la clasificación para las semifinales de la Copa de las Confederaciones.
Tras diez minutos parejos, en los que Australia compartió el dominio de la pelota y no sufrió en su arco, la Selección pasó a comandar las acciones con autoridad y un estilo definido. La siempre clara conducción de Riquelme, el auxilio de Santana, la movilidad de Saviola y la peligrosidad de Figueroa eran demasiados argumentos para el fondo australiano, que veía sin poder intervenir cómo los volantes y delanteros argentinos movían la pelota con paciencia, sin dividir y buscando al compañero mejor ubicado. Además, cuando el equipo no tenía el balón, la presión ejercida ahogaba a los rivales y permitía una recuperación rápida.
La mejor muestra de la premisa con la que salió el equipo fue el primer gol. Tras un entretener en el medio, Riquelme profundizó con Figueroa, que devolvió la pared de primera. El volante del Villarreal jugó con sutileza para Santana, que a un toque habilitó a Figueroa para que el goleador anotara con un zurdazo alto. Un gran gol por el concepto colectivo que se concibió la maniobra. Pero lo más saludable es que no fue fruto de una jugada aislada, sino que se trató de la idea básica que se buscó implementar en todo el partido.
De esa forma, Argentina completó un gran primer tiempo, con muchas llegadas ante el arco rival y casi ningún sobresalto en el propio. Estiró diferencias con un penal que anotó Riquelme y pudo conseguir algún otro tanto, sobre todo con un cabezazo de Figueroa que dio en el travesaño. Como nada cambió tras el descanso, el tercero llegó por decantación, con un zurdazo de Figueroa en una pelota suelta en el área.
Parecía todo definido, porque, además del marcador, el desarrollo así lo marcaba. Sin embargo, Coloccini le cometió un penal ingenuo a Aloisi, que el propio goleador australiano convirtió. Y más tarde, Heinze le quiso dejar con el pecho la pelota a Lux en un centro intrascendente, pero se la regaló al delantero de Osasuna, que volvió a anotar. Entonces, con dos jugadas aisladas, Australia se encontró ante la posibilidad de un empate que no merecía y con el que ni siquiera soñaba.
Lejos de preocuparse, Argentina se mostró muy tranquila para soportar la situación comprometida. Riquelme manejó la pelota y los tiempos, Cambiasso aportó su dinámica y Aimar exhibió destellos de su gambeta, para que el conjunto de Pekerman no tambaleara. Es que pese a su insistencia, los australianos no pudieron generar ninguna chance frente a Lux y sólo se acercaron con algunos centros sin ningún peligro. Hasta que Figueroa recibió un tiro libre de Riquelme y tocó de zurda para completar su noche soñada y para colocarle un poco más de lógica al marcador.
Así, con una muy buena actuación colectiva, la Selección logró su clasificación para la semifinal y el martes ante Alemania irá por el primer lugar del grupo. El único llamado de atención es que en un partido que estaba para la goleada, dos desconcentraciones defensivas le complicaron el panorama.

Argentina 4
Lux; Coloccini, Samuel, Heinze; Zanetti, Bernardi, Sorin, Santana, Riquelme; Saviola, Figueroa.
DT: José Pekerman.

Australia 2
Schwarzer; Muscat, Moore, Vidmar, Neil; Emerton, Milicevic, Skoko, Cahill; Chipperfield, Aloisi.
DT: Frank Farina.

Estadio: Franken-Stadion (Nuremberg)

Arbitro: Shamsul Maidin (Singapur).

Goles: 11m, 52m y 88m Figueroa; 30m Riquelme (Arg), de penal; 61m y 70m Aloisi (Aus), el primero de penal.

Cambios: 45 Viduka por Muscat (Aus); 56m McKain por Milicevic (Aus); 68m Cambiasso por Santana (Arg); 72m Aimar por Saviola (Arg); 74m. Culina por Skoko (Aus); 86m G. Rodríguez por Coloccini (Arg).

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