En su excursión por Brasil, River sufrió un traspié en la Copa Libertadores al perder 2-0 ante San Pablo, en el encuentro de ida por las semifinales. El conjunto de Núñez deberá convertir tres goles para acceder a la final, la semana próxima en el estadio Monumental.
La noche en San Pablo comenzó en medio de un clima hostil. Primero el micro que trasladó al plantel de River recibió varios piedrazos cuando se acercaba al estadio. Y lo peor sucedió dentro del mismo. Antes del inicio del partido, los hinchas de River que se encontraban en el sector visitante tuvieron un fuerte enfrentamiento con la policía brasileña, a partir de que los agentes les reclamaron que no colgaran las banderas en un sector de la tribuna, ante la protesta de los hinchas locales.
Mientras los simpatizantes paulistas arrojaban proyectiles contra los argentinos, éstos se peleaban cuerpo a cuerpo con los policías. De esa manera, el presidente de River, José Aguilar, se acercó hacia esa tribuna para tratar de calmar la situación.
El escenario pareció controlarse cuando comenzó el juego. San Pablo intentó presionar a River en los primeros minutos, pero el equipo conducido por Leonardo Astrada lentamente fue saliendo de ese asedio y comenzó a acercarse con peligro a Rogerio. En ese marco, Costanzo sacó al corner un envío de Alex desde la izquierda, pero River contestó con un cabezazo de Ameli que se fue al lado del palo.
La otra acción ofensiva de River fue un tiro de Salas que se fue alto. En el final de la primera parte, Costanzo le ganó el duelo personal a Amoroso, en la más clara de los locales. En el final, Josué remató sin precisión ingresando por el centro del ataque.
En la segunda etapa, San Pablo buscó un poco más en el campo de River, pero Amoroso remató por arriba, y luego Costanzo le sacó un tiro a Luizao. En el medio, Farías definió mal entrando por la derecha. Finalmente el triunfo local llegó con un zurdazo de Danilo desde afuera del área, y después con un penal de Rogerio por una mano de González.