La amenaza y el miedo surtieron rápido efecto. Luego de que Mauricio Macri decidiera su separación del plantel por tiempo indeterminado, y de que desde Buenos Aires comenzara a circular el rumor de una posible denuncia por agravios e injurias, Marcelo Delgado salió a pedir disculpas y atribuyó sus explosivas declaraciones del sábado a “un momento de calentura”. La disculpa no evitó que, anoche, la Comisión Directiva del club decidiera respaldar la determinación del presidente y desafectó al jugador del plantel para todos los partidos oficiales que dispute Boca, tanto a nivel local como internacional, dándole marco institucional a la decisión que tomara Macri en Corea. Un nuevo capítulo para una novela que todavía parece no tener un desenlace claro.
Desde Corea, antes de partir hacia Buenos Aires para cumplir con la sanción que le impuso la dirigencia de Boca, que lo bajó de la gira por Holanda, Delgado mostró su arrepentimiento. “No quise ofender al presidente, dije cosas que no tendría que haber dicho. Hablé en un momento de calentura”, reconoció el delantero, que ahora pretende que desde el club se revea la sanción que motivó su separación del plantel. Para ello, insistió una y otra vez en que no quiso decir lo que dijo: “Lo más importante de todo esto era aclarar el punto que fue el que más le dolió al presidente. Fue un momento difícil para mí, de nerviosismo, y dije lo que dije. Pero no fue con el afán de ofenderlo así, tanto. Ya está, ya dije las cosas, pero quiero que entiendan que fue un momento difícil”.
Delgado justificó su bronca a partir de la impotencia que sintió por no poder aprovechar una oportunidad muy ventajosa en Japón, con una oferta de un millón y medio de dólares por un año de contrato. “Me dejé llevar por el enojo al ver que se me escapaba una posibilidad muy grande en lo económico para mí y para mi familia. Fue una reacción en caliente y dije esas cosas, nada más”, explicó el delantero en radio La Red. “Simplemente quiero que el presidente entienda eso. Me hago responsable, pero sólo fue un momento de calentura. Estoy finalizando mi carrera y quise aprovechar la posibilidad. Charlé todo con Macri y no me dio opciones para elegir. Eso fue lo que me llevó a decir esas cosas”, expresó el futbolista.
El ex jugador de Racing también se encargó de mandarle un mensaje a la hinchada de Boca sobre su comportamiento. “No quiero que los hinchas de Boca piensen que sólo me importa la plata. Sentí que se me iba una gran oportunidad casi al final de mi carrera y reaccioné de esa manera”, fundamentó el jugador, que se preocupó en aclarar una versión que indicaba a su ex compañero Cristian Traverso, ahora empresario futbolístico, como el principal impulsor de sus declaraciones. Delgado aseguró que el ex defensor no tiene nada que ver en su decisión y pidió que no se lo involucrara. Por su parte, Traverso también se despegó del tema: “Delgado es grande y sabe lo que hace. Este problema lo tienen que arreglar él y los dirigentes de Boca, con quienes tengo una muy buena relación”.
Pero mientras, desde Corea, Delgado trataba de recomponer la situación, en Buenos Aires los ánimos estaban muy lejos de calmarse. Incluso el vicepresidente de Boca, Pedro Pompilio, adelantó que Macri le iniciará acciones legales. “Se tiene que hacer cargo de lo que dijo”, comentó el dirigente.