Mientras Carlos Azcurra experimentó ayer una leve mejoría en su estado, Marcial Maldonado, el policía que disparó y provocó graves heridas al futbolista, afirmó que la agresión fue accidental y le pidió perdón a la familia de la víctima. El ministro de Seguridad de Mendoza, Osvaldo Tello, desmintió que la policía concurra desarmada a los estadios de fútbol de la provincia. “Creo que por la mentalidad de los hinchas, tal vez, sea imposible por el momento”, aseguró.
“Matar a alguna persona es lo menos que quise hacer. Fue un accidente. Que sepan entender esto, por favor”, aseguró Maldonado, en declaraciones al diario Uno. Pero sus declaraciones no fueron bien recibidas. “No quiero nada de nadie, sólo que mi hijo se recupere. ¿Hasta cuándo se van a equivocar, hasta cuándo van a pedir disculpas? Dice (el policía) que tiene 20 años de servicio, pero actuó como un novato. Mi hijo sólo quería separar y en cambio él estaba enfurecido”, respondió la madre del jugador, Fanny de Azcurra.
“No sé si me entienden. Es difícil de explicar, pero hay que estar a veces en situaciones como éstas para poder comprender. No trato de justificar nada. Yo siempre asumí mis responsabilidades”, sostuvo el cabo. “Mi dolor por todo esto no lo puedo describir. No sé hacerlo. Que me perdonen, yo entiendo su sufrimiento”, enfatizó. Maldonado, de 44 años, fue imputado por intento de homicidio por la fiscal Liliana Curri tras dispararle a quemarropa a Azcurra.