Con la ilusión que genera la posibilidad de dar una nueva vuelta olímpica, a sólo cuatro días de coronarse campeón del Apertura, e igualar así la marca de 15 trofeos internacionales que ostenta Independiente, Boca se medirá esta noche con los Pumas de la UNAM, en la segunda final de la Copa Sudamericana. Las chances del equipo dirigido por Alfio Basile son inmejorables, ya que incluso una igualdad sin goles le permitirá retener el título obtenido el año pasado, gracias al tanto marcado por Rodrigo Palacio hace doce días, en el empate 1-1 que el conjunto boquense alcanzó en México. En tanto, un gol del equipo azteca obligará a Boca a ganar el encuentro si su intención es evitar una definición con disparos desde el punto penal. Un empate en más de un gol coronará a los Pumas.
Como era de esperarse, La Bombonera volverá a contar con un marco verdaderamente imponente, ya que todas las entradas disponibles se agotaron rápidamente por un público ansioso por festejar un nuevo logro del equipo de Basile.
Pese a arrastrar un fuerte dolor en el talón izquierdo, Daniel Bilos será uno de los que jugará desde el inicio y, de ese modo, Basile podrá alinear a los mismos once jugadores que comenzaron el partido del miércoles ante Olimpo, en Bahía Blanca. Con el partido de esta noche, Basile buscará cosechar su tercer título al frente de Boca (el primero fue la Recopa Sudamericana ante el Once Caldas de Colombia) y terminar de la mejor manera posible el semestre, que no había arrancado para nada bien.
Por otro parte, Boca también tiene la chance ante Pumas de ganar, por primera vez en su historia, un torneo local y un trofeo internacional que demandará más de un partido y, de este modo, igualar lo conseguido por River en 1997, cuando el equipo dirigido por Ramón Díaz se adjudicó el Apertura y la Supercopa.
Con vistas al compromiso de esta noche, el único temor de Basile pasa por la posibilidad de que su equipo sienta el cansancio lógico que dejó la intensa seguidilla de partidos que Boca afrontó en las últimas semanas. La contracara es Pumas: el equipo mexicano carga con un extenso viaje con vistas a la segunda final y arrastra varios días sin competir oficialmente debido a que no consiguió clasificarse a las instancias finales del Apertura azteca.
Por otro lado, respecto del equipo que disputó la primera final, el técnico Miguel España dispuso que el boliviano Joaquín Botero –autor del gol del empate mexicano– juegue desde el inicio en reemplazo de Antonio de Nigris y que conforme la dupla de ataque con el argentino Bruno Marioni, quien podría convertirse en jugador de River en los próximos días.
La chance de alcanzar un triunfo histórico seduce en gran forma a Pumas porque desde que los equipos mexicanos participan como invitados en los torneos de la Conmebol, no han conseguido títulos. El conjunto azteca que más cerca estuvo de la gloria fue Cruz Azul, cuando en 2001 llegó a las finales de la Copa Libertadores pero cayó precisamente ante Boca, en Buenos Aires, por penales. En aquella ocasión, el conjunto dirigido por Carlos Bianchi ganó 1-0 como visitante mientras que el equipo cementero consiguió el mismo marcador en la revancha. Los otros antecedentes entre Boca y equipos mexicanos se remontan a la semifinal de la Libertadores 2000, cuando el equipo de Bianchi superó a América (4-1 y 1-3), y a los cuartos de final de este año, cuando el conjunto argentino cayó con Chivas (0-4 y 0-0). En esa misma edición, Boca compartió grupo con Pachuca, a quien derrotó 4-0 en La Bombonera, pero perdió 3-1 en México.

Boca
Abbondanzieri; Ibarra, Schiavi, Díaz, Krupoviesa; Battaglia, Gago, Bilos; Insúa; Palacio, Palermo.
DT: Alfio Basile.

Pumas
Bernal; Castro, Beltrán, Verón, Pineda; Palacios, Galindo, Augusto; Da Silva; Botero, Marioni.
DT: Miguel España.

Estadio: Boca.

Arbitro: C. Amarilla (Paraguay).

Hora: 21.45.

TV: Fox Sports.