Los caprichos del fútbol han querido que, después de mantener una clara rivalidad con España en vísperas del Mundial y antes del encuentro de ayer entre ambas selecciones, Paraguay implore ahora una victoria de la selección española ante Sudáfrica.
En el debut mundialista del árbitro argentino, Angel Sánchez, asistido en uno de los laterales por su compatriota Jorge Rattalino, los sudafricanos vencieron 1-0 a Eslovenia, perjudicando claramente a los paraguayos. España, ya clasificada para los octavos, tiene 6 puntos; Sudáfrica suma 4 (tres goles a favor y dos en contra) y Paraguay tiene 1 punto (tres goles a favor y cuatro en contra). Eslovenia, que ha perdido sus dos partidos, ya tiene reserva para el vuelo de regreso a casa.
Ante esta situación, Paraguay está obligada a ganar a Eslovenia, de ser posible por más de un gol ya que una victoria por la mínima diferencia y una derrota, también por un solo gol, de Sudáfrica, clasificaría a los “Bafana Bafana”. En el caso de que Paraguay sólo ganara por un gol de diferencia, accedería a los octavos si España lograra la victoria por más de un tanto. Los deberes para los paraguayos consisten en ganar por dos goles de diferencia ya que, de esa forma, cualquier derrota de Sudáfrica les concede la clasificación.