Un poco más de la mitad de los argentinos siguen ilusionados con el Seleccionado Nacional y apenas el 3 por ciento cree que Argentina va a quedar eliminado en la primera rueda. O sea que sólo tres de cada cien personas piensan que Argentina no le va a ganar a Suecia en la madrugada de mañana. Eso sí: la euforia bajó bastante. Hace dos semanas, el 65 por ciento creía que Argentina tenía muchas chances de salir campeón mundial, mientras que ahora esa perspectiva perdió 20 puntos y un más módico 44 por ciento todavía confía en que la Selección dé la vuelta olímpica. Eso sí: en la Casa Rosada podrían respirar aliviados porque tres de cada cuatro ciudadanos dicen que una eliminación no va a cambiar nada respecto del Gobierno o la situación nacional.
Las conclusiones surgen de una encuesta realizada por la consultora Catterberg y Asociados, cuyo director es el sociólogo Eduardo Fidanza. En total se entrevistó a 300 personas en Capital Federal y Gran Buenos Aires, respetándose las proporciones por edad, sexo y nivel económico-social. La encuesta se hizo entre viernes y sábado.
El estudio, obviamente, recoge el impacto de la derrota ante Inglaterra, ya que se hizo justo el mismo día y el posterior al partido sentenciado con el penal de David Beckham. Pese al golpe, más de la mitad de la gente mantenía sus esperanzas, algo que se debe haber incrementado después del fin de semana, cuando la decepción se fue calmando con las horas.
En el trabajo publicado por este diario hace dos semanas, apenas el 6 por ciento era escéptico respecto de las chances de la Brujita Verón y compañía. Como suele suceder después de las derrotas, los pesimistas se multiplican y ahora aparece un 21 por ciento que se declara desilusionado y otro 23 por ciento que se prepara para el bajón: dicen que no les importa, que todo les resulta indiferente. Bien mirado, los que la ven mal treparon del 6 por ciento al 44.
De todas maneras, nadie quiere creer, ni menos todavía decirle a un encuestador, que este mismo miércoles nos quedamos afuera y hacemos las valijas para volver. Los agoreros-agoreros, los campeones nacionales del pesimismo, sólo suman un 4 por ciento. Esos son los que dicen que no pasamos la primera rueda. La verdad, unos pocos.
Hay un segundo escalón, bastante grande (39 por ciento) en el que se ubican los que sostienen que zafamos este miércoles, pero después no vamos muy lejos. Podríamos decir que ésos igual son optimistas, porque no es poco pensar que pasaremos por el obstáculo de Suecia.
Después están los eufóricos incurables que pisotean las dudas e insisten en que el equipo de Bielsa va a salir campeón. Siguen siendo los más, porque suman el 44 por ciento. Después del corralito, De la Rúa, Cavallo y Menem, mantienen su confianza, aunque sea en el Seleccionado.
Para la Casa Rosada, sin dudas el dato más llamativo es que hay un 75 por ciento que piensa que, aun con la eliminación del equipo, no se afectará la situación del Gobierno nacional. Todo indica que a los encuestadores no les tocó la Casa Rosada o el Congreso. Ahí opinan justamente lo contrario: están con el corazón en la boca porque creen que si la Selección se cae, la noche se viene más oscura, mucho más oscura.