Faltaban cinco minutos, el equipo de La Plata ganaba 2-1, cuando se abrió la catarata de goles. La derrota complica el promedio de los de La Paternal.
Faltaban cinco minutos y Gimnasia le ganaba 2-1 a Argentinos, con sufrimiento, algunos pasajes de buen fútbol y una buena producción de Navarro Montoya. Pero esos minutos finales tuvieron tanto fútbol como el resto del partido, un final electrizante, con cuatro goles, dos de ellos en contra, y la incertidumbre hasta el último segundo del descuento. Se lo llevó Gimnasia 4-3, pero el fútbol les agradeció a los dos.
Nada había pasado en el partido cuando el uruguayo Vargas corrió un largo pelotazo de San Esteban y fusiló a Pontiroli con un zurdazo preciso que se clavó junto al palo derecho.
Argentinos acusó el golpe e intentó adelantarse unos metros para alcanzar el empate, pero fallaba sistemáticamente a la hora de habilitar a sus delanteros. Y Gimnasia, pese a apostar al contragolpe, continuó arrimando peligro con al menos siete remates desde afuera del área. Por lo tanto, no resultó extraño que en otro avance Vargas ampliara la diferencia con otro zurdazo, esta vez al palo izquierdo de Pontiroli.
En el complemento, luego de que Pompei anulara correctamente una conquista de Osorio por estar adelantado, Niell consiguió el descuento y agigantó la ilusión de Argentinos, que se fue con todo en busca del empate. Como Gimnasia se repetía en centros al gigante Ferreyra, Troglio intentó modificar el panorama con el ingreso del movedizo Piergüidi. Este consiguió estirar la diferencia a 3-1 con una linda palomita que entró junto al palo izquierdo de Pontiroli. Pero enseguida Goux rozó un centro, descolocó a Navarro Montoya y Argentinos volvió a creer en el milagro.
En el tercer minuto de tiempo adicional, Piergüidi aprovechó un error de Pontiroli y anotó su segundo gol de la tarde. La alegría de Gimnasia duró un instante, porque Argentinos volvió a irse con todo al ataque y San Esteban anotó el segundo gol en contra de la tarde al intentar despejar un centro de Niell. Aunque ya no quedaba tiempo para milagros.
“Creo que no se pueden convertir dos goles en contra en un mismo partido. Nos preocupa porque no estamos jugando bien defensivamente”, afirmó San Esteban. “No quiero decir quién tiene que ser el arquero de la Selección, pero tengo claro que no hay razones futbolísticas como para que no me citen”, agregó Navarro Montoya, la figura del partido.
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