Después de más de 10 fechas de extremada paridad el Clausura se va desanudando y quedaron Boca y River, como se presumía en muchos aspectos, como los candidatos a quedarse con el título, aunque Newell’s no está tan alejado y tanto Lanús como Gimnasia de Jujuy tampoco se despegaron demasiado, pese a sus derrotas de la última fecha.

Al vencer a Arsenal, Boca sacó dos puntos de ventaja sobre River, una diferencia que parece exigua pero que, en perspectiva, es más grande que cualquier otra ventaja que haya tenido el puntero del Clausura sobre su escolta en las 14 fechas anteriores. Con 31 puntos, sólo depende de sí mismo para lograr el bicampeonato, aunque tiene por delante a cuatro rivales que, en promedio, suman 21,25 puntos.

River sólo logró un pálido empate ante San Lorenzo, pero para su entrenador, Daniel Passarella, ese punto hasta pudo haber sido positivo, teniendo en cuenta el desarrollo del encuentro. Lo cierto es que el equipo de Núñez quedó con 29 puntos y lucha en dos frentes: además del torneo local, todavía pelea para clasificarse por la Copa Libertadores. La buena noticia de ayer es que Marcelo Gallardo se entrenó muy duramente y respondió, por lo que estaría en condiciones de reaparecer el miércoles frente a Libertad de Paraguay por la Copa, y luego protagonizar la serie de cuatro partidos hasta el final del Clausura, previsto para el 14 de mayo, un día antes de que José Pekerman dé a conocer la lista de futbolistas que llevará al Mundial de Alemania. En todo caso, su listado de rivales parece más accesible que los de Boca, ya que en promedio suman 17,5 puntos.

El domingo, en Liniers, Boca enfrentará a Vélez, que seguramente pondrá en la cancha una formación con mayoría de suplentes, ya que su entrenador, Miguel Angel Russo, ha decidido volcar todos sus esfuerzos al próximo tramo de la Libertadores. River, por su parte, recibirá en el Monumental a Argentinos, que lucha por evitar la zona de Promoción.

En la fecha siguiente, la 17ª, Boca Juniors recibirá en la Bombonera a Estudiantes, que estará definiendo en el transcurso de esa semana el pasaje a los cuartos de final de la Copa Libertadores. De los últimos 19 partidos que jugó con Estudiantes, Boca no perdió ninguno. River, a su vez, visitará en La Plata a Gimnasia: no le ganó ninguno de los últimos cuatro partidos y, además, el rendimiento del equipo de Núñez como visitante es pobre. Este año sólo pudo vencer, en esa condición, a Tiro Federal por el torneo local y al débil Oriente Petrolero por el repechaje de la Libertadores.

En la penúltima fecha, Boca viajará a Avellaneda para enfrentar al alicaído Independiente, que de local tiene la peor campaña de los 20 equipos del Clausura, pero que estará urgido de puntos para clasificarse a las copas internacionales. River, en cambio, será local ante Racing, que sólo ganó dos de los 15 partidos que jugó en el torneo, ambos por 1-0.

En la última fecha, Boca será local ante Olimpo (el año pasado dio la vuelta olímpica en Bahía Blanca), que ya podría haber quedado condenado a jugar la Promoción, mientras que River visitará a Quilmes, que podría estar necesitando puntos para no quedar comprometido en esa zona.