DEPORTES › INDEPENDIENTE BATIO 2-0 A OLIMPO, QUE TERMINO CON OCHO
El Rojo se acerca a las Copas, pero Agüero recibió la quinta amarilla y no estará ante Boca. Pudo ser su último partido en el club.
En un partido repleto de jugadas polémicas, Independiente derrotó 2-0 a Olimpo, como visitante, y dio un paso importante en su lucha por jugar la próxima edición de la Copa Libertadores. Los bahienses, por su parte, deberán disputar la Promoción ante un equipo de Primera B Nacional para revalidar su plaza en la máxima categoría. Con el triunfo, el conjunto dirigido por Julio Falcioni alcanzó los 56 puntos y quedó –por el momento– dos unidades arriba de Banfield, que hasta ayer tenía la chance de jugar el repechaje clasificatorio para el torneo de clubes más importante del continente. De todos modos, si Lanús vence esta tarde a Arsenal, superará transitoriamente al equipo de Avellaneda, que la próxima semana recibirá a Boca sin su estrella, Sergio Agüero, que ante Olimpo sumó su quinta tarjeta amarilla. Y ante su inminente venta, el de ayer pudo ser su último partido con la camiseta roja.
El inicio del partido mostró mejor a Olimpo, mientras que Independiente recién respondió a los diez minutos, cuando Agüero consiguió despegarse de su marca, envió un centro e hizo revolcar a Roa. A los diecisiete minutos llegó una jugada que pudo haber cambiado el curso del partido: Lorgio Alvarez derribó a Maggiolo dentro del área, pero el árbitro Diego Abal ignoró el penal a favor del local. Con este fallo en contra, Olimpo se puso nervioso e Independiente aprovechó la situación. Cuando se jugaba la primera media hora, Armenteros fusiló a Roa con un potente zurdazo tras una buena habilitación de Agüero.
A tres minutos del entretiempo, Agüero intentó recuperar la pelota, tocó a su rival desde atrás y Abal lo amonestó. Instantes después, mientras el pibe no podía disimular sus lágrimas (por perderse la chance de despedirse ante su público en el clásico ante Boca), el árbitro expulsó a Martínez por una violenta patada y a Escudero, por quejarse. En desventaja y con dos jugadores menos, el panorama de Olimpo para el complemento no podía ser peor.
Ya en el complemento, el desarrollo terminó de desnaturalizarse por completo: a los diez minutos, Roa tocó la pelota con sus manos fuera del área y fue expulsado, mientras que sólo tres minutos después Agüero anotó el penal que Abal había sancionado por un levísimo agarrón dentro del área al juvenil delantero. De ahí hasta el final, Olimpo, con sólo ocho jugadores, se defendió y atacó como pudo, mientras que Independiente jamás logró sacar un mayor provecho de una circunstancia muy favorable.
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