Independiente tenía la intención de que el clásico se jugara en el estadio de Racing, movido por un aliciente económico. El presidente Julio Comparada no ocultó su voluntad de hacer una gran recaudación con el partido, por lo cual pretendía ceder unas 20 mil localidades a Boca, una política que otros clubes no alientan desde que el club que preside Mauricio Macri tomó la decisión de ceder apenas 2000 a 3000 localidades a los visitantes en la Bombonera.

Sin embargo, la arquitectura del estadio rojo impedía corporizar la idea: a la tribuna visitante sólo acceden 15 mil hinchas, y no hay un sector de platea exclusivo para la visita. Por esa razón, se pensó en utilizar la cancha de Racing, lo que motivó quejas en varias direcciones: los hinchas de Independiente pretenden que su club ejerza la misma política que los demás contra Boca (cederle pocas populares) y algún sector de la barra brava habría amenazado con disturbios en caso de que el encuentro se jugara en Racing.

El Comité Provincial de Seguridad Deportiva (Coprosede) se reunió ayer por la mañana con el secretario general del club, Cristian Mattera, y se determinó usar el estadio de la Doble Visera. “Independiente siempre quiso jugar en su cancha, pero había una sugerencia del Coprosede de que había algún temor de no poder manejar la seguridad”, argumentó Mattera, pero el titular del Coprosede, Mario Gallina, ya había advertido en declaraciones formuladas el lunes por la noche que “no tenía objeción” para que se jugara en la cancha de Independiente.

En convocatoria de acreedores, Independiente precisa reunir dinero, y de allí la intención de Comparada. La venta de Sergio Agüero al Atlético Madrid ayudaría a paliar gran parte de la situación. Aunque el dirigente asegura que el pase no está hecho, en España señalan que la operación ya se cerró y que el club madrileño pagará 23 millones de dólares a lo largo de dos años.