Joseph Blatter llegó a la cima de la FIFA y al poco tiempo propuso organizar mundiales cada dos años. Y ahora el G-14 resucita la idea, ridiculizada por muchos en su momento. ¿Será porque la espera se hace insoportable? Eso es al menos lo que sucede en las horas finales de la cuenta regresiva hacia Alemania 2006.

Desde aquel 6 de julio de 2000 en que Blatter dijo en Zurich “y el ganador es... ¡Alemania!”, todo fue una gigantesca cuenta regresiva, cada vez más acelerada en los últimos meses. Casi todos los equipos están ya en Alemania, no parece haber ningún obstáculo para que el fútbol empiece a llenar las retinas de los ojos y las pantallas de los televisores. Y sin embargo, hay que esperar. Hasta el viernes, y eso puede parecer una eternidad, sobre todo dependiendo de con qué se entretenga uno. La FIFA pretende en parte hacerlo con un congreso de dos días, que comienza hoy. Difícilmente genere pasión entre los hinchas.

Sabiendo eso, los hombres del dirigente “más astuto del deporte mundial”, como definió recientemente a Blatter el ex futbolista alemán Guenter Netzer, se propusieron llevar la historia viva del fútbol a Alemania. Desde Alcides Ghiggia –héroe del Uruguay de 1950– hasta Pelé, pasando por Beckenbauer. Todos campeones del mundo. Y también Maradona, que una vez más gambeteó las expectativas aceptando formar parte de la megafiesta de la FIFA.

No estaría mal que alguno de ellos entretuviera al público mostrando el talento que seguro aún guardan. Porque mientras no hay fútbol la espera es dura. ¡Que empiecen a jugar, por favor!