¿Fecha de nacimiento? –pregunta el empleado de Vodafone para completar la planilla que permita que Greco pueda comprar un chip para su celular.

–11 de septiembre de 1974.

Ahí mismo, en ese preciso instante, una vez más, uno, pasivo testigo de la escena, toma conciencia del implacable paso de los años, de la llamada vejentud, vamos. Uno piensa: “¡Uy, Dios! Nació después del Mundial ’74, quiere decir que cuando yo estaba cubriendo mi primer Mundial este pibe, que además no es tan pibe porque tiene 31 pirulos, ni siquiera había nacido. ¡Mamiiiita!”. Lo peor es que uno lo piensa en voz alta y provoca la sonrisa del joven empleado chileno de la empresa telefónica y la carcajada de Greco, que es un joven naturalmente cruel y lo demuestra preguntando:

–¿La banda ancha era gratis para los enviados? ¿Había wi-fi? El pendrive, ¿lo habías traído de Buenos Aires o lo comprabas acá?

–No, mandábamos todo con palomas mensajeras, los resultados de los partidos se sabían tres o cuatro días después.

–En serio, ¿cómo mandaban? –pregunta, no por haberse humanizado, sino por curiosidad periodística.

–Por teletipo. O por teléfono. Alguien del otro lado tomaba los datos y reescribía. El problema era que para una conexión internacional a veces había que esperar horas... Hablabas con una operadora internacional y lo primero que preguntaba era qué demora hay con Buenos Aires. Cuatro horas, diez, doce... El discado directo internacional recién llegó en 1977 y lo tenían muy pocos.

Inocentemente, Greco pregunta cuántos enviados especiales había en el ’74 y uno enumera:

–José María Muñoz, Horacio García Blanco, José María Casabal y Carlos Huart de La Razón; Carlos Juvenal de La Nación, Gañete Blasco de Canal 7, Osvaldo Ardizzone y Julio Pasquato, “Juvenal”, de El Gráfico, Diego Lucero de Clarín... Todos esos murieron. ¡Ayyyyy!

–Balas que pican cerca, diría el uruguayo Morales.

–¡Neneeeee! También estaban Jorge Azcárate, Jorge Ruprecht y Juan de Biase de Clarín, Fernando Niembro, Mario Stilman de Noticias, Lucho Hernández de La Nación, Macaya Márquez, Héctor Drazer, Héctor Vidaña, Julio Ricardo, el Negro Brizuela de Córdoba y alguno más que ahora no recuerdo.

–¿Alzheimer no estaba?

–No, ése era jugador. Jugaba en Alemania, al lado de Beckenbauer, no te hagas el vivo.

–¿Y vos para quién trabajabas, para La Gaceta Mercantil?

–¡Pendejooooo!