El tren regional entre Duisburgo y Gelsenkirchen junta a un grupo de periodistas argentinos con algunos hinchas serbios, que enseguida preguntan si es verdad que Maradona va a estar en la cancha. Nuestro “imposible saberlo” provoca sus risas y abre el camino de la charla. Uno de ellos cuenta en un alemán muy cerrado que hace diez años que vive en Ingolstadt, una ciudad ubicada entre Nuremberg y Munich, que es una de las sedes de la Audi, empresa para la que trabaja en la venta de autopartes. Asegura que sólo en Munich viven y trabajan 24 mil serbios, inmigrantes forzados después del comienzo de la guerra en los Balcanes. Ya en confianza, el diálogo deriva en una situación compartida en la estación de Berlín, con hinchas croatas: “Ellos nos pidieron que Argentina le ganara 10-0 a Serbia. Que si le ganaba 9-0 estaba bien, pero si el triunfo era por ocho goles ya no era suficiente”.

Entonces, otro de los hinchas, que hasta allí sólo había escuchado la charla, interviene enérgico. “Es que ellos son más felices si Serbia pierde que si Croacia gana”, afirma convencido.

–¿Y ustedes?

–Yo amo a Serbia, no me importa lo que le pase a Croacia.

Su compañero asiente y agrega que son diferentes filosofías. “Yo tengo muchas cuestiones pendientes con Croacia, pero esto es fútbol. Y el otro día quería que ganara Croacia. Brasil llegó pensando en que ya es campeón y eso no me gusta”, comenta.

“Pero, en Berlín, los croatas cantaron todo el tiempo –se les marca– ‘Koljco nas ima’ (fonéticamente leáse Coco Basile, con la música de ‘Guantanamera’).” La carcajada no se hace esperar. “¿Cómo lo sabés?”, preguntan. La explicación de la noche en la estación de Berlín y de quién es Basile motiva aún más risas, justo cuando llega el momento de la despedida para ingresar al estadio. Ya en la zona de prensa aparece Robert Prosinecki, aquel volante yugoslavo en el Mundial ’90 y croata en el Mundial ’98. Con bastantes kilos de más aunque con su barba casi albina de siempre, el ex Barcelona y Real Madrid está para trabajar para la televisión de su país, pero Panno aprovecha para meter púa: “Seguro que vino a ver perder a Serbia”.

–Robert, ¿qué expectativa tiene de este partido?

–Vengo a ver a la Argentina; me pareció que el primer tiempo que jugó el otro día fue de lo mejor del torneo...