La euforia continúa. Bastó que los jugadores de la Selección Argentina pisaran, cerca de las 17, la cancha del predio de Herzogenaurach, para desatar una calurosa ovación entre los fanáticos que se acercaron al hotel HerzogsPark a ver el entrenamiento del equipo conducido por José Pekerman. El recuerdo de la goleada ante Serbia y Montenegro está intacto. El notable rendimiento del conjunto argentino dejó un legado de optimismo y tranquilidad que se vio reflejado en cada uno de los distendidos trabajos que realizaron los titulares durante la tarde.

Apenas unos ejercicios regenerativos fueron suficiente para cerrar una jornada de satisfacción con miras al partido del próximo miércoles ante Holanda, que se disputará en la ciudad de Fran-

kfort. Pero no todas fueron buenas noticias. El mediocampista Luis González se ausentó de los trabajos físicos debido a un pequeño desgarro en el empeine izquierdo y quedó descartado para el próximo compromiso de la Selección. De todos modos, el cuerpo médico argentino se mostró optimista con respecto a la evolución de la lesión del jugador del Porto, y estimó que en diez días podría estar a las órdenes de Pekerman.

Otra de las grandes ausencias fue la de Hernán Crespo. El goleador argentino, junto con Maxi Rodríguez (ambos con dos tantos), no participó del entrenamiento junto al resto de sus compañeros porque terminó el partido frente a los serbios con fatiga muscular. Crespo decidió quedarse dentro del hotel, donde realizó ejercicios de relajación.

Los suplentes, por su parte, no tuvieron la misma suerte. El entrenador de la Selección organizó un entrenamiento un poco más exigente para quienes no participaron del segundo partido del equipo en el Mundial.

El plantel, que antes de la práctica recibió a la Reina Nacional de la Vendimia, fue visitado también por muchos amigos y familiares de los jugadores, entre los que se encontraban el padre y el hermano de Lionel Messi, los padres y hermanos de Lionel Scaloni y el hermano de Esteban Cambiasso, Nicolás, entre otros.

Pero la destacada actuación frente a Serbia y Montenegro no sólo atrajo hinchas. Además del nutrido grupo de fanáticos, con redoblante y cantos incluidos, el entrenamiento contó con una exhaustiva vigilancia de más de 200 periodistas de diferentes países. Los principales medios de cada país catapultaron a la Argentina como uno de los principales candidatos a alcanzar el tan ansiado título y siguen de cerca sus pasos. La Selección sigue por buen camino. Lejos de sentir presión, en los entrenamientos reina la tranquilidad.