La historia se repitió tres veces. Tres jugadores ingleses se enfrentaron a Ricardo desde los doce pasos y el resultado fue idéntico. El arquero portugués se calzó el buzo de héroe en la definición por penales y dejó la clasificación en manos de Cristiano Ronaldo. El joven de 21 años tomó la pelota y, ante el ensordecedor aliento en el estadio cubierto de Gelsenkirchen, marcó el 3-1 definitivo para decretar el pasaporte del equipo conducido por Luis Felipe Scolari a las semifinales de un mundial después de 40 años.

Pero la emoción del final poco tuvo que ver con el espectáculo que protagonizaron portugueses e ingleses durante los 90 minutos iniciales. En el comienzo del partido, los equipos desplegaron un planteo conservador y se preocuparon por jugar lejos de los arcos. Las estrategias a las que apostaron los entrenadores no dieron buenos resultados porque Portugal careció de precisión para asistir a Ronaldo e Inglaterra extrañó mucho las habilitaciones de Beckham y las arremetidas de Rooney. Apenas algunos tiros desde fuera del área inquietaron a Robinson y Ricardo en una primera etapa deslucida.

Tras el descanso, los ingleses dejaron las especulaciones de lado y salieron con una ambiciosa actitud ofensiva. Pero justo cuando los disparos de Lampard y Cole inclinaban el trámite del partido, Inglaterra sufrió dos bajas que no pudo –ni supo– cómo superar. Primero fue la lesión de su capitán, David Beckham, quien fue sustituido por Aaron Lennon. Y diez minutos después, en una disputa por la pelota, Rooney le pisó los testículos a Carvalho y Horacio Elizondo no dudó en castigar la falta con la tarjeta roja.

Con la ventaja numérica, Portugal intentó arrinconar a los ingleses en su propio arco, pero careció de ideas para explotar los espacios que ofrecía Inglaterra. Ante la imposibilidad de crear situaciones de peligro, Eriksson envió al campo al gigante Peter Crouch e intentó inquietar a Portugal vía aérea. Pudo haber sacado la primera ventaja, si Lennon hubiera capitalizado una de las últimas oportunidades de peligro, pero el 0-0 parecía sentenciado.

En el alargue el único protagonista fue el cansancio. Salvo un gol de cabeza de Helder Postiga, anulado por fuera de juego, el desgaste físico sufrido por los jugadores fue la principal causa de un suplementario sin emociones. Y llegó el turno de los penales. Llegó la hora de Ricardo. El arquero portugués se agigantó en el arco (sólo Hargreaves pudo convertirle) y marcó el camino a las semifinales. Ahora será el turno de Francia. Portugal da rienda suelta a su ilusión.

Inglaterra 0 (1)

Robinson; Neville, Ferdinand, Terry, Cole; Hargreaves, Beckham, Gerrard, Lampard, Cole; Rooney.
DT: Sven-Goran Eriksson.

Portugal 0 (3)

Ricardo; Miguel, Meira, Carvalho, Valente; Petit, Tiago, Maniche; Figo; Pauleta, Ronaldo.
DT: Luiz Felipe Scolari.

Estadio: Arena auf Schalke (Gelsenkirchen).

Arbitro: Horacio Elizondo (Argentina).

Cambios: 52m Lenon por Beckham (I); 62m Sabrosa por Pauleta (P); 65m Cole por Crouch (I); 75m Viana por Tiago (P): 86m Postiga por Figo (P); 119m Carragher por Lennon (I).

Incidencias: 62m expulsado Rooney (I).