En el arco, Oliver Kahn.

En el fondo, Cicinho, Nesta, Milito y Gilberto.

En el medio, Cuevas, Owen, Messi y Essien.

Arriba, Trezeguet y Walcott.

Un equipazo. El más representativo de todos ellos fue Messi. Muchos creyeron ver en el pibe a la gran figura del Mundial, pero jugó mucho menos de lo esperado y como ya todos saben se quedó en el banco en el encuentro decisivo para Argentina, contra Alemania. Jugó menos minutos de lo que se pensaba y tampoco deslumbró cuando le tocó entrar; le faltó continuidad.

De los demás, los únicos que no jugaron ni un minuto fueron Teo Walcott, el inglesito de 17 años, y el veterano arquero Oliver Kahn, aunque a éste se lo anuncia para hoy en el encuentro que Alemania jugará por el tercer puesto contra Portugal. Cicinho y Gilberto, los laterales de Brasil, jugaron contra Japón y lo hicieron muy bien. Tampoco anduvo mal Cicinho cuando sustituyó a Cafú ante los franceses. Nesta se lesionó en el segundo encuentro de Italia contra los checos y Milito cumplió muy buena tarea ante Holanda, pero no volvió a jugar. Muchos creen que podía haber rendido más que Heinze, aunque Pekerman sostuvo al defensor del Manchester en la titularidad.

Cuevas jugó cuando Paraguay ya estaba eliminado y se mandó un golazo de los de su sello (Cuevas no juega mucho, pero hace goles espectaculares). Owen se lesionó, Essien se hizo amonestar (y lo suspendieron) antes del partido en el que más se lo necesitaba –contra Brasil– y Trezeguet sólo jugó un encuentro, aunque todavía le queda una posibilidad en la final.

Pudieron ser hasta figuras del Mundial, pero por distintas razones no pasaron de la promesa.