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La expulsión más recordada de Gallardo ocurrió frente a Boca, el 10 de junio de 2004, en las semifinales de la Copa Libertadores 2004. Aquella noche le cometió una falta fuerte a Alfredo Cascini y luego arañó al arquero Roberto Abbondanzieri, un superclásico en la Bombonera sólo presenciado por hinchas de Boca. No pudo jugar la revancha en el Monumental, en la que Boca clasificó por penales a la final.

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Otra expulsión memorable tuvo lugar en el Apertura 2005, el 27 de noviembre pasado, ante Gimnasia, en el estadio Monumental. A los 27 minutos del primer tiempo insultó al árbitro Rafael Furchi. En ese momento, Gimnasia era el líder del torneo y peleaba el título contra Boca, que luego se consagraría campeón. En esos días se habló mucho de la “ayuda” que River le daría a Gimnasia, que ganó ese encuentro.

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La del último martes, ante Libertad, por una fuerte entrada sobre el ex Boca Javier Villarreal, pudo haber marcado otra despedida del jugador de la entidad de Núñez. Una deuda que mantienen con él y encima el episodio que le costó el puesto a Reinaldo Merlo son dos de los argumentos principales. Gallardo había retornado al club luego de jugar cuatro años en el Mónaco francés.

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Las otras expulsiones de Gallardo tuvieron lugar en el ’96 ante San Lorenzo, en cuartos de final de la Copa; en el ’97, también por la Copa pero en octavos, vio la roja ante Racing; ese mismo año se fue antes en un partido ante Huracán; en el ’98, ante Alianza Lima de Perú, por la primera ronda de la Libertadores; en 2005, en la segunda fecha del Clausura ante Banfield.