Dom 07.07.2002

DEPORTES  › EL CORDOBES DISPUTA LA FINAL DE WIMBLEDON, HOY POR LA MAÑANA

Hagan silencio, juega Nalbandian

Es el partido más importante del año en el calendario del tenis mundial. Y David Nalbandian, cordobés, 20 años, debutante en Wimbledon, será uno de los dos protagonistas, tras vencer a Xavier Malisse. Del otro lado estará el australiano Lleyton Hewitt, número uno del mundo y favorito.
Es el tercer argentino en jugar una final de Grand Slam.

Por Sebastián Fest
Desde Wimbledon
Cuando dé sus primeros pasos en el court central para medirse con el australiano Lleyton Hewitt en la final de Wimbledon, David Nalbandian estará a sólo un paso de cerrar con toda la gloria dos semanas en las que hizo real lo imposible. “Todavía no caigo. No sé dónde estoy. La sensación es inmensa”, confesó Nalbandian tras un triunfo que es una de las mayores hazañas deportivas de su país en décadas. Pierda o gane en el encuentro decisivo del torneo de tenis más prestigioso del mundo, el argentino ya hizo historia convirtiéndose en el primer jugador en la era profesional que, debutando en Wimbledon, llega a la final.
Es, además, el primer argentino después de Guillermo Vilas en llegar a una final de Grand Slam, y con su presencia en el último día de Wimbledon completa el casillero dejado libre por Vilas. El ex número dos del mundo ganó Roland Garros, el US Open y Australia, pero nunca pudo avanzar más allá de los cuartos de final de Wimbledon.
El tenis argentino, en franco ascenso en los últimos años, prometía conquistar alguna vez Roland Garros, pero la oportunidad llega en Wimbledon, algo casi insólito dada la escasa afición al césped de los sudamericanos.
Ayer, mientras las hermanas Williams se medían por la final en la cancha central (y Serena vencía 7-6 (7-4), 6-3 a su hermana), Nalbandian entraba a la cancha 1 para completar el partido que la noche anterior no había podido cerrar ante el belga Xavier Malisse.
Dos sets para cada uno tras haber tenido el argentino una ventaja de dos sets a cero. ¿Pesaría eso? Los 31 minutos que necesitó Nalbandian para vencer al belga por 6-2 en el set final demostraron que no.
“David no erra casi nunca, es muy fuerte, y tendrá posibilidades ante Lleyton. Cuando se entra a la cancha es 50 y 50 para cada uno”, dijo Malisse tras su derrota 7-6 (7-2), 6-4, 1-6, 2-6 y 6-2 en tres horas y 17 minutos de juego.
Malisse, 35º del ranking mundial, vio una luz de esperanza al quebrar para 2-1, pero su rival recuperó el servicio enseguida, ganando ocho puntos consecutivos para ponerse 3-2 y, minutos después, quedar con una ventaja de 5-2 a las puertas de la final.
Concentrado, Nalbandian se tomó su tiempo en su silla mientras el belga esperaba impaciente comenzar a sacar. Una volea de revés a mitad de cancha con un toque sutil le dio dos minutos después la victoria.
Se arrodilló en la cancha, cerró los ojos y con una de sus manos hizo un gesto de negación. “Le decía a mi gente que no podía ser real”, confesaría luego. Pero es muy real. Nalbandian buscará mañana ante el número uno del mundo un título que sólo ganaron 16 hombres desde que en 1968 comenzó la era abierta del tenis. Y lo hará en un lugar donde jamás perdió un partido en la cancha.
Campeón de dobles juveniles en 1999, su única derrota fue en las semifinales del torneo juvenil de aquel año ante el alemán Jurgen Melzer, pero llegó por no presentación de Nalbandian, que fue mal informado del horario de su partido y estaba chequeando e-mails cuando debía estar en la cancha. “Aquel fue un momento durísimo”, recordó hoy el argentino. “Pero hoy (por ayer) es el día más feliz de mi vida”, agregó sonriente.
Desde las 10 (televisa en directo ESPN) protagonizará con Hewitt, número uno del mundo, la final más joven de todos los tiempos en Wimbledon. El australiano tiene 21 años, cuatro meses y 13 días. El argentino, 20 años, seis meses y seis días, y sólo Boris Becker y Bjorn Borg lo aventajan en juventud como finalistas.
Será la primera final de Wimbledon entre dos jugadores de fondo desde la que Bjorn Borg le ganó a Jimmy Connors en 1978 y la primera aparición de un sudamericano “neto” en el encuentro decisivo: Alex Olmedo venció a Rod Laver en la final de 1959, pero lo hizo representando a Estados Unidos, pese a su origen peruano. Nalbandian y Hewitt se midieron una única vez,en abril en Barcelona, con triunfo de 6-2 y 6-4 del australiano en la segunda ronda.
“Creo que tengo la ventaja de que, excepto con Arthurs, enfrenté siempre a jugadores de fondo”, destacó Nalbandian. “Es cierto que Vilas dijo que el césped es para las vacas, pero eso era antes. Mañana todo puede pasar”, cerró con confianza a horas del día más importante de su vida. Hoy.

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