El público de Madrid despidió a Luciana Aymar con todos los honores, como si desplegara una alfombra roja imaginaria para saludar a la mejor jugadora del mundo de hockey sobre césped. La argentina, autora de un magnífico gol en el triunfo 2-0 ante Corea del Sur, en el Mundial de Madrid, que clasificó a Las Leonas para las semifinales, recibió aplausos incesantes y ovaciones reiteradas en los 300 metros que caminó entre el estadio y el vestuario.

“Estoy muy feliz, pero no sólo por mi actuación, sino por cómo jugó el equipo. Argentina jugó su mejor partido en mucho tiempo”, dijo Aymar, mientras recibía innumerables pedidos de fotografías de sus compatriotas. Aymar, elegida por la Federación Internacional de Hockey (FIH) como la mejor jugadora del mundo en 2001, 2004 y 2005, podrá revalidar su título el próximo sábado, cuando las autoridades de la FIH den a conocer el nombre de la nueva reina mundial. La votación está a cargo de las jugadoras de todas las selecciones que participan en el Mundial y trascendió que Aymar tiene las mejores chances de volver a ser elegida la ganadora. Su extraordinario gol ante las coreanas ratificó que su habilidad está fuera de lo común.

“Recibí la bocha a casi 30 metros del arco, eludí a dos jugadoras y al ver a la arquera estuve a punto de tirar al arco, pero ahí recordé una enseñanza de Soledad García y le amagué. Sí, lo aprendí de Sole. Entonces dejé pasar la bocha y después definí sin oposición”, explicó Aymar su gol, el mejor del Mundial.

“Es el primer gol que hago amagando a la arquera. Siempre se aprende algo más. Con las jugadoras que tengo al lado, siempre se aprende. Y ahora vamos por más. Queremos ganar este Mundial”, agregó la rosarina. “Todavía me falta mejorar la definición, y técnicamente tampoco soy buena defendiendo. Pero sé que tengo tiempo para convertirme en mejor jugadora”, explicó Aymar.

Lo curioso del caso es que su gol fue el primero de jugada que marcó la Argentina en este Mundial: el resto (ocho de nueve) fue de corners cortos. Para Aymar es una buena noticia: “Los equipos que dominan los corners cortos son los que ganan los torneos. Para mí es bueno que nos pase esto. Y lo positivo de haber convertido mi gol es que significa que empezamos a liberarnos, a jugar más sueltas”, dijo.

Aymar salió especialmente contenta del triunfo de ayer. “Las coreanas siempre nos complican, como todas las asiáticas. Son equipos que no paran de correr. No se cansan nunca. A nosotras nos conviene jugar contra rivales más técnicos, como Holanda o Australia. Ahí nos sentimos más cómodas.” Y agregó: “Sentí que no nos podían hacer un gol. Fuimos sólidas en todas las líneas, desde la primera hasta la última jugadora”.

“Ahora nos toca Australia, y la verdad es que ni sabíamos que por diferencia de gol habíamos quedado en el primer puesto. Ahora nos alcanza el empate para terminar líderes, pero me da igual. Vamos a salir a buscar el triunfo. Lo importante es que estamos en las semifinales”, finalizó Aymar, mientras a su paso escuchaba aplausos. “Sos una genia, felicitaciones”, aclamaban los espectadores, con amplia mayoría de argentinos. Aymar, humilde, bajó la cabeza y respondió a los elogios populares: “Gracias, pero no es para tanto”.