Juan Román Riquelme ya es oficialmente jugador del Barcelona, pero todavía no está claro si actuará esta temporada en ese club, ya que podría ser cedido a préstamo a otro equipo. Así lo anunció ayer el presidente de la institución, Joan Gaspart, durante la conferencia de prensa de presentación de la temporada del equipo catalán. El inconveniente surgió a partir de los cinco futbolistas extracomunitarios que ahora posee el Barcelona, cuando el reglamento tiene previstos sólo cuatro.
Durante el anuncio del fichaje de Riquelme, Gaspart aclaró que aún no está decidido que el jugador se incorpore al plantel del Barça en esta temporada. El titular barcelonista comentó que existe una cláusula por la que puede ser cedido a otro club de España, Francia, Italia o Portugal, y recién sumarse al club catalán el año que viene. Además, Gaspart aclaró que Riquelme y sus representantes estuvieron de acuerdo con esa condición en su contrato. “Riquelme aceptó la posibilidad de ser transferido, aunque sólo sería a determinados clubes de España, Portugal, Francia o Italia. Es una imposición del entrenador Louis Van Gaal para que lo contratáramos”, indicó Gaspart. Según el dirigente, el técnico aceptó el arribo de Riquelme con la condición de que antes le solucionaran el inconveniente con los extranjeros.
El dirigente catalán aclaró que el técnico holandés todavía no resolvió a qué futbolista no tendrá en cuenta, por lo que no se puede asegurar que Riquelme no jugará en el Barcelona. “La decisión la tiene el entrenador, pero todavía no ha dicho nada. Me dijo que se tomará unos días”, comentó Gaspart. Con la llegada de Román, el Barcelona tiene cinco futbolistas extracomunitarios: los brasileños Rivaldo, Geovanni y Fabio Rochemback y los argentinos Saviola y Riquelme. El reglamento permite cuatro, de los cuales sólo tres pueden estar en el campo. Uno deberá ser cedido.
Las alternativas, además de Riquelme, son las posibles partidas de Rivaldo o Geovanni. El flamante campeón del mundo con Brasil siempre mantuvo una relación muy esquiva con la directiva, por lo que Gaspart ayer mismo le mandó un mensaje muy claro. “Rivaldo sólo permanecerá en el club si está convencido y a gusto”, señaló el presidente. Otro elemento que se suma es la mala relación que tuvieron el brasileño y Van Gaal en el anterior paso del holandés por Barcelona. Además, a Rivaldo sólo le queda un año de contrato y el año que viene quedará libre, por lo que transferirlo ahora es la única opción de los catalanes para recuperar algo de dinero por el jugador. Lo de Geovanni tiene que ver con el aspecto futbolístico. Desde su llegada, el ex futbolista de Cruzeiro no convenció con su juego por lo que su salida no generaría ningún malestar.