Mar 14.11.2006

DEPORTES  › SEIS FUTBOLISTAS DE GIMNASIA DECLARARON, PERO LA CAUSA PIERDE FUERZA

Los barras fueron, pero de amenazas ni hablar

De las indagatorias a Franco, Semino, San Esteban, Dubarbier, Goux y Olave surge que la visita de los barras queda comprobada, pero no las amenazas. “Los jugadores prestaron mucha colaboración y sumaron elementos valiosos”, señaló el fiscal Romero.

La causa por amenazas a los jugadores de Gimnasia por parte de la barra brava del club corre riesgo de entrar en un terreno pantanoso. De acuerdo con lo que trascendió de la declaración de los primeros seis jugadores que se presentaron ayer ante la DDI de La Plata, quedaría comprobada la visita a la concentración de los barrabravas el día previo al partido con Boca, pero los relatos no serían del todo convincentes como para sostener una denuncia de amenazas. Igualmente, el fiscal Marcelo Romero calificó como “positivas” las declaraciones de Ariel Franco, Jorge San Esteban, Gustavo Semino, Sebastián Durbarbier, Marcelo Goux y Juan Carlos Olave, que fueron los seis futbolistas que acudieron ayer, además del nutricionista Leonel Catini. En tanto, hoy seguirán los jugadores que no viven en La Plata y mañana completarán los que resten. Incluso, también fueron citados el personal que trabaja en Estancia Chica y los periodistas que denunciaron los hechos en el diario Olé.

“Las indagatorias fueron a mi entender positivas, pero no puedo hacer más comentarios que éste”, se excusó el fiscal. Sin embargo, el gran problema que tiene el funcionario judicial para sostener la causa es que las víctimas denuncien la apretada. En caso contrario, no tendrá argumentos para mantenerla e, indefectiblemente, quedará archivada. “Si los jugadores no reconocen el ilícito, va a ser difícil seguir investigando. De todas maneras, algo se me va a ocurrir”, comentó Romero antes de tomar contacto con los jugadores.

Tras los primeros tres testimonios que recogió, el fiscal se mostró optimista respecto del futuro de la causa, aunque también tiene que ver con una estrategia para tratar de que alguno de los jugadores se quiebre y rompa el discurso unificado. Después de que se hiciera pública la amenaza, en la reunión que los futbolistas tuvieron el jueves, de la que también participaron el presidente Muñoz y otros dos dirigentes, acordaron relativizar los hechos y negar las amenazas. Por eso, si los testimonios de los futbolistas no son convincentes, la vieja frase que hizo famosa el presidente de la AFA “todo pasa” cobrará inusual vigencia.

“Los jugadores prestaron mucha colaboración y sumaron elementos valiosos”, señaló Romero, quien indicó que todos respondieron a las requisitorias que se les hicieron. Sin embargo, prefirió no dar precisiones sobre los dichos de los jugadores “por respeto a los que todavía no declararon”. Según aclaró Romero, el resto de los 18 futbolistas citados se presentará entre hoy y mañana por una cuestión operativa.

Ayer, el primero en presentarse a declarar fue el lateral Ariel Franco, el jugador que por radio admitió que “pasaron cosas raras” en la concentración de Estancia Chica la noche previa al partido ante Boca. El ex futbolista de River, que el domingo no actuó ante Vélez por una supuesta contractura, llegó por la mañana y expuso durante más de dos horas en la DDI de La Plata, aunque luego se retiró sin hablar ante la prensa. Sus compañeros tomaron la misma actitud. Su palabra, por haber sido el único de los futbolistas que, entre dientes, reconoció la apretada, es considerada clave.

Los otros dos futbolistas que declararon a la tarde ante el fiscal Romero fueron los defensores Gustavo Semino y Jorge San Esteban, capitán histórico del equipo y acusado de ser un nexo con la dirigencia que encabeza el presidente Juan José Muñoz. También el juvenil Sebastián Dubarbier llegó a prestar testimonio.

Ya a la tarde, cuando Romero se había retirado, se presentaron ante la fiscalía el arquero Juan Carlo Olave y Marcelo Goux, el defensor que se habría enfrentado a los barras el famoso martes de la apretada. Ante la exigencia de los violentos de perder el partido ante Boca, el zaguero se habría levantado para discutir, pero fue frenado por uno de los barras y amenazado con un arma de fuego. “Sentate porque te pego un tiro en la pierna”, fue la respuesta que recibió. Casualmente, Goux tampoco estuvo presente en el encuentro ante Vélez, ya que se retiró el sábado por la noche de la concentración por una “angustia depresiva” y ni siquiera fue el domingo a la cancha a ver a sus compañeros. Goux y Olave se fueron cerca de las 19.30, tras estar un par de horas en la dependencia policial. Hoy es otro día clave en la búsqueda de romper el discurso unificado que bajó el presidente Muñoz y que consensuaron los jugadores.

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