Su bisabuelo Ricardo, campeón argentino de automovilismo en 1938, era el ídolo de Juan Manuel Fangio cuando corrían juntos en Turismo Carretera; su abuelo Jesús Ricardo llegó a disputarle el título de TC de 1961 a Juan Gálvez; su padre Ricardo amasó veinte años de trayectoria en monoplazas en la Argentina y Sudamérica: así que no extraña que Ricardo “Caíto” Risatti, la cuarta generación de una familia bien fierrera, haya ganado con escasos 20 años la posibilidad de probar un Toyota de Fórmula 1, un premio adquirido con la conquista del título de campeón de la Fórmula 3 española.

“Tengo la edad justa para estar donde estoy”, explica Ricardo con parquedad. Llegó a España en 2002, con experiencia en la F3 Sudamericana, en la que había empezado a correr con 15 años. El título español se le escapó por muy poco en el 2005 y lo ganó este año, luego de una reestructuración del equipo para el que corría, organizada por su padre, devenido director, y que incluyó hasta mecánicos de Laboulaye, la ciudad natal de los Risatti. Como la F3 española utiliza exclusivamente motores Toyota, la marca premia al campeón con una jornada de ensayos a bordo de un coche de F-1. “La prueba será seguramente a mediados del 2007, por junio –explica–. Tendrá lugar en Paul Ricard, que es el circuito de pruebas del equipo, sobre 50 a 60 vueltas, con dos juegos de gomas disponibles.” Todavía tendrá 20 años cuando se suba...

Risatti es el tercer piloto argentino que consigue un título de Fórmula 3 en Europa: los anteriores fueron Oscar Larrauri (F3 europea en 1982) y Norberto Fontana (F3 alemana en 1995), dos que llegaron a la Fórmula 1. Mientras tanto, los planes incluyen la posibilidad de correr la próxima temporada en la GP2, inferior a la F-1, en el equipo de Enrique Scalabroni, con José María “Pechito” López de coequiper, para lo cual se necesitan 1,2 millones de euros de presupuesto, o en el de Adrián Campos, el ex piloto de F-1 que descubriera a Fernando Alonso, con el que probará a comienzos de diciembre, en Valencia.