El plantel de Racing volvió a los entrenamientos bajo las órdenes de Reinaldo Merlo. Pero, lejos de trabajar en un clima distendido, en el club de Avellaneda se vive un momento complicado: Blanquiceleste, empresa que gerencia la entidad, mantiene una importante deuda con el plantel y, de no arreglarse en los próximos días, podría hacer peligrar la pretemporada en Mar del Plata, prevista entre el 8 y 28 de enero. “En Racing, la situación está muy difícil. Estuve colaborando en una reunión con los jugadores y el gerenciador De Tomaso y espero que esto se arregle, porque no es bueno empezar la pretemporada con esos problemas”, remarcó Merlo.

El asunto que predominó en la primera práctica del año poco tuvo que ver con el fútbol. Gustavo Campagnuolo y Facundo Sava se reunieron con De Tomaso para resolver una deuda de seis meses de prima que la institución mantiene con los futbolistas desde el año pasado y que se iba a saldar antes de la última fecha del Apertura. “El tema se prolongó demasiado. Lo que todos esperamos ahora es que mañana (por hoy) se arregle, tal como dijeron los dirigentes”, señaló Campagnuolo.

En tanto, en el primer entrenamiento del año estuvieron presentes los volantes Martín Romagnoli y Cristian Pellerano, las únicas incorporaciones que cerraron los dirigentes de Blanquiceleste. Precisamente, la falta de refuerzos es otro de los problemas que debe afrontar Merlo. Uno de los candidatos para arribar a Racing es el volante de Gimnasia de La Plata Nicolás Cabrera, mientras que el entrenador adelantó que la llegada de Ré y Leto “es imposible porque son precios muy elevados”. “A nosotros se nos fue Grimi y no vamos a contar ni con Bastía –lesionado– ni con Torres. Tenemos que reforzarnos”, advirtió el entrenador. “A Bergessio no lo doy y a Cabral tampoco. Si River quiere a Cabral que nos dé a Falcao y Farías”, ironizó Merlo, que se tomó los problemas con humor.