“Técnico que debuta, gana.” Lo que el dicho no aclara es que, a veces, esos debuts exitosos suelen prolongarse varias fechas si se trata de equipos que vienen de campañas muy malas; al menos, ésa parece ser la moda del Clausura. Banfield, Gimnasia, Newell’s y Chicago cambiaron sus entrenadores y en pocas fechas lograron revertir la situación en el torneo local y en la Copa Libertadores. Los equipos, en su mayoría, no fueron alterados. De hecho, son los mismos nombres que hasta hace un mes eran cuestionados. Pero Pablo Sánchez, Ricardo Kuzemka, Pablo Marini y Carlos Ramacciotti tomaron el timón y cambiaron las realidades futbolísticas de los clubes. Quizá tomen nota en otros clubes que están penando...

Uno de los casos más resonantes es el de Newell’s. Hace poco más de un mes, Nery Pumpido dejó su cargo después de caer en las primeras tres fechas, ante Vélez, River y Lanús, respectivamente. El equipo rosarino, que en aquel momento arrastraba 14 partidos sin triunfos, le permitió asumir el mando a Pablo Marini y Newell’s salió del fondo de la tabla. Los buenos resultados fueron inmediatos: derrotó de manera consecutiva a Racing, Argentinos y Arsenal, empató ante Quilmes y volvió a sumar tres puntos en su visita a Jujuy, frente a Gimnasia. Una derrota ante Colón, en la última fecha, cortó la racha, pero Newell’s hoy está noveno, con 13 puntos, y sumó 13 de las últimas 18 unidades en juego.

Los cambios también pueden vislumbrarse en la Copa Libertadores. Patricio Hernández había sumado sólo tres puntos gracias al triunfo ante El Nacional de Ecuador en sus primeros tres partidos en el certamen y Banfield estaba a las puertas de la eliminación. La situación en el torneo local no era muy diferente: cuatro derrotas (una ante Lanús, su clásico rival), un empate y una sola victoria ante Independiente.

Con semejante escenario, Hernández optó por dejar su lugar y Sánchez, que integraba el cuerpo técnico, se quedó al mando. Entonces llegaron los triunfos: en la Libertadores, Banfield superó a América de México y obtuvo un valioso triunfo como visitante ante El Nacional. Una nueva victoria ante Libertad en su estadio (un empate también le serviría) le alcanzará para pasar a los octavos de final. La racha también se trasladó al torneo local, con su primer triunfo fuera de casa ante Gimnasia, en La Plata, y un empate ante un ascendente Godoy Cruz. Banfield todavía debe completar el choque del sábado pasado en el que perdía 2-1 ante Chicago, cuando se suspendió por falta de luz.

Una situación similar se vive en La Plata. Pedro Troglio renunció a su cargo tras un flojo arranque en el torneo –ganó ocho puntos de 21 en juego– y la Copa Libertadores. Kuzemka le cambió la cara y el equipo le ganó a Pasto, en Colombia, y goleó el domingo pasado 4-1 a Independiente. De hecho, si Gimnasia derrota a Defensor Sporting en su casa por cuatro goles, también se meterá dentro de los 16 mejores equipos, una posibilidad casi descartada hace un par de semanas.

Ramacciotti cierra la lista. Un inestable comienzo de campeonato, con dos derrotas (Argentinos y Arsenal) y un empate (Racing) y la urgencia por el engrosar el promedio alejaron a Rodolfo Motta y le permitieron asumir al ex entrenador de Lanús. Pese a que la remontada no fue tan brusca (sumó 7 puntos de 12), el conjunto de Mataderos, en zona de Promoción, se escapa del fantasma del descenso. Central rompe la regla: ni Daniel Riquelme (dos derrotas) ni el opaco debut de Carlos Ischia pudieron revertir el delicado momento que dejó Néstor Gorosito tras su renuncia en la quinta fecha.

Informe: Hernán Matz