Vélez resignó en Montevideo el liderazgo del Grupo 4 de la Copa Libertadores, y también el invicto, al perder con justicia ante Nacional, que de esa manera accedió a la punta de la zona. Sin embargo, el equipo de Liniers recibirá en la última fecha al Emelec, ya eliminado. El partido se puso tenso en el último cuarto de hora, cuando el resultado ya era irreversible y las tarjetas amarillas estuvieron lejos de apaciguar los ánimos.

Nacional salió dispuesto a llevarse los tres puntos desde el arranque, en tanto que Vélez salió a la expectativa –inclusive con una poco habitual línea de 4 en el fondo–, porque le bastaba el empate para clasificarse. Y en esa diferencia de actitud radicó la distancia que se observó en el juego de uno y otro. Los uruguayos dominaron el desarrollo en el primer tiempo y atacaron incesantemente sobre el área visitante, utilizando como arma principal el juego aéreo.

Damián Escudero se retrasó en el campo y no pudo hacerse de la pelota, porque se encontraba siempre asfixiado por los volantes de marca locales. Ocampo quedó muy solo, sin socio para tocar el balón, y Balvorín estuvo completamente aislado arriba.

Había pasado la media hora cuando se equivocó Pellerano en un centro y, tras un rebote que dio Sessa, el defensor local Diego Godín marcó la apertura del marcador.

Nacional no cedió la iniciativa en la segunda etapa, siguió presionando y buscó aumentar a favor de la dinámica de sus volantes y la profundidad y movilidad de sus delanteros, mientras Vélez amontonaba siete volantes en la cancha: Méndez, Moreno y Fabianesi, Bustos, escudero, Ocampo, Sena y Papa. No sirvió de mucho porque a los 70, Castro sacó un zurdazo seco y alto desde 25 metros, que se clavó en un ángulo del arco de Sessa.