“Verón tenía muchas ganas de jugar este partido”, explicó Alfio Basile. Pero no podrá ser. El mediocampista de Estudiantes, capitán del campeón del fútbol argentino, ansiaba como nadie calzarse la camiseta de la Selección Argentina mañana a la noche, en Mendoza, ante Chile, porque esa hubiera sido su vuelta formal al equipo nacional después de cuatro años de ausencia, con un mundial como espectador en el medio. La lesión que sufrió el domingo contra Lanús obligó al entrenador a darlo de baja, y como tampoco contará con Hernán Pellerano y Mauro Zárate (que jugarán el jueves con Vélez por la Libertadores) se vio obligado a convocar a algunos reemplazos, como Pablo Ledesma (Boca) y Gustavo Cabral (Racing). Si no sucede nada extraño, el equipo para enfrentarse mañana con Chile será el siguiente: Ustari; Ibarra, Tuzzio, Díaz, Ré o Bottinelli; Christian Ledesma, Belluschi, Sosa; Montenegro; Palacio, Pavone.

“Es una lástima porque hizo todas las prácticas, estaba ilusionado y con muchas ganas de ser el capitán del equipo. Estaba tristísimo, pero no está en condiciones y lo queremos cuidar”, explicó Basile en referencia a la ausencia de Verón, preparado para ser el líder del equipo dentro de la cancha, no sólo con la cinta de capitán. El futbolista fue revisado por el cuerpo médico del seleccionado y como persistían los dolores en su pierna derecha, que lo obligaron a retirarse en el segundo tiempo del partido contra Lanús, se decidió desafectarlo. “Después de la contractura viene el desgarro y por eso decidimos cuidarlo”, amplió Basile, quien hoy dará a conocer al destinatario de la capitanía.

Por ese motivo, Verón se retiró del complejo antes de comenzar el liviano entrenamiento físico que realizó el plantel bajo la atenta mirada de Basile y todo su cuerpo técnico. En cambio, el volante de River Plate Leonardo Ponzio, con una contractura en el isquiotibial derecho, evolucionó satisfactoriamente y se concentró junto al resto de los futbolistas. Idéntica es la situación de Germán Ré y Daniel Díaz, quienes también padecen inconvenientes físicos y por momentos no se movieron a la par del grupo.

“Yo ya había dicho que estaba viendo a 40 jugadores, por eso cité a algunos más –repuso el entrenador–. Ledesma y Cabral pasarán desde ahora a conformar el grupo estable del seleccionado, que así se elevará de 21 a 23.” Y agregó: “Tengo la obligación de formar la mejor Selección pero también de darles la oportunidad a los jugadores de acá”.