Poco menos de tres años atrás, quien esto escribe y en esta sección de Página/12 hacía referencia a la medalla dorada obtenida por la Selección Olímpica de Fútbol en los Juegos de Atenas. Y había una puntualización respecto de la supuesta “valla invicta” del equipo nacional en ese torneo. Es que no era que Germán Lux no hubiera recibido goles en contra en el campeonato –lo que en términos estrictamente estadísticos fue así– sino que era todo el equipo argentino, fundamentalmente por posesión y conservación de la pelota a lo largo de todos los partidos, el responsable del cero gol en contra.

Resulta casi de Perogrullo que si existe esa posesión y esa conservación, se es prolijo en el pase y en el traslado y, fundamentalmente, se tiene el compromiso de no rechazar a dividir, el adversario no tendrá oportunidades o, en todo caso, las tendrá menos.

Para el amistoso de esta noche con Chile el arquero convocado para ser titular era el de Independiente, Oscar Ustari, que desde que comenzó el torneo Clausura viene sufriendo en el fondo las consecuencias de un enorme desbarajuste futbolístico de todo su equipo, que lo lleva a ser el más goleado hasta la fecha.

El debate aparece porque será Juan Pablo Carrizo, el de River, el que esté en la formación inicial contra los chilenos. Como si fuese Ustari el responsable de la debacle defensiva de Independiente. Un soberano disparate, producto, una vez más, de la falta de análisis serio y del resultadismo a ultranza.