El ídolo indiscutido de Boca, el jugador que más títulos ganó en la historia del club, Guillermo Barros Schelotto, anunció ayer su despedida para emigrar al Columbus Crew de la liga estadounidense, con el que firmará contrato hasta diciembre. “Me voy de Boca, pero al club lo llevo en el corazón”, comentó el Mellizo con los ojos llenos de lágrimas. Su despedida será en la Bombonera frente a Racing, pero no como jugador. El domingo viajará a Estados Unidos, donde el martes será presentado en su nuevo club, y luego retornará al país sólo para “saludar” a los hinchas de Boca.

“Le quiero agradecer a la dirigencia de Boca por haberme dado la libertad para que decida, pese a que me quedaban dos meses de contrato”, comenzó Guillermo. “Es obvio que si hubiese sido titular no pensaría en la posibilidad de irme, pero como se daban las cosas tomé la decisión de salir y punto”, agregó el delantero, quien brindó su conferencia de prensa sentado al lado del presidente de Boca, Mauricio Macri, quien como había pedido licencia como dirigente se sintió en la obligación de expresar que su presencia se debía a un pedido del futbolista.

A pesar de la polvareda que levantó en los escasos minutos que el ídolo boquense jugó en el último superclásico, donde el propio jugador se había mostrado molesto por la decisión del entrenador Miguel Angel Russo de hacerlo ingresar en el minuto 41 del complementario, ayer prefirió evitar el tema. “Nadie tiene la culpa. Yo resolví ir a jugar a los Estados Unidos. Los motivos por los cuales me voy son míos”, apuntó.

“Acá venimos a hablar de que yo resolví ir a jugar a Estados Unidos y nada más. Incluso lo que decido yo, lo decido yo. Nadie interviene, más allá de los consejos de mi familia o algún técnico que he tenido”, agregó. Según trascendió, antes de tomar la decisión sobre su futuro, el Mellizo habló varias veces con Macri y también con el ex técnico del club Carlos Bianchi, además de la gente de su entorno.

El jugador también destacó que en sus diez años en el club nunca presionó a un técnico para jugar. “Desde que llegué a Boca, me dijeron que Boca estaba por encima de todo y así lo entendí siempre”, comentó el Mellizo. “Todos tenemos que estar pendientes de cómo juega Boca y si gana Boca, no de quién juega. Me parece que esto es lo mejor para Boca, no sólo para mí. Boca fue campeón y a mí me tocó jugar poco con (Alfio) Basile, así como con (Carlos) Bianchi jugué siempre”, explicó.

“Estoy feliz por haber jugado diez años en Boca, haber ganado tantos títulos y recorrido el mundo con este club en el que recibí cariño y siempre me sentí muy bien. Quizá muchos no vivan día a día lo que a mí me toca vivir con el hincha”, comentó sobre el final de la conferencia, en la que no olvidó mencionar al otro ídolo boquense, Diego Maradona: “Diego motivó que yo llegara acá, porque era quien llamaba todos los días a Macri y a mí. Yo tenía la posibilidad de ir a otro club y Diego me decía que no, que tenía que jugar en Boca. Deseo que se mejore”.

Por último, el delantero hizo público su agradecimiento a sus compañeros de equipo: “A los actuales y a los anteriores, que seguramente han aportado algo para que yo haya sido lo que fui y lo que soy. Y a toda la gente de Boca, desde el portero hasta quien me lustra los botines”.