“Esto no es boxeo o tenis, porque los periodistas hablan de líderes y no sé qué es eso. No me puse a pensar en quién puede serlo, porque acá hay que pensar sólo en el equipo y no en las individualidades.” Con esas palabras, el volante de la Selección Argentina Juan Román Riquelme sintetizó el mensaje que el entrenador Alfio Basile impregnó en sus jugadores para fortalecer la idea de equipo. El armador de Boca, que volverá a usar la casaca número 10 de la Selección, aprovechó para aclarar que no se siente “en deuda con nadie” por su actuación en el último Mundial y, con respecto a su vuelta a la Mayor, a la que había renunciado en septiembre, agregó: “Mi mamá, mi familia y yo estamos muy felices con mi regreso”.

“Cuando no estaba extrañaba mucho y hacía mucha fuerza por el equipo. Volví acá para jugar con amigos y compañeros y, si es posible, ganar la Copa”, dijo Riquelme durante la conferencia de prensa que brindó ayer luego de la sesión de ejercicios físicos que el plantel argentino realizó en el gimnasio del Crowne Plaza Maruma Hotel. Por la noche, el plantel realizó el reconocimiento del estadio José Encarnación “Pachencho”, donde mañana se medirá ante Estados Unidos, por el grupo C.

Sobre las aspiraciones del conjunto argentino para este torneo, el armador, cuyo pase pertenece a Villarreal de España (ver aparte), se ilusionó: “Ojalá hagamos una buena Copa para poder llevarle alegría a toda la gente”. Luego, Riquelme hizo una mención sobre la camiseta número 10, que volverá a calzar sobre sus espaldas: “Sólo sé que cuando me retire voy a poder decir que jugué un mundial y una Copa América con la 10 del más grande (Diego Maradona)”, admitió el volante, que también participó de la Copa América de Paraguay en 1999, la primera de la era Bielsa.

Riquelme también tuvo palabras para dos compañeros con los que desde el pasado Mundial se comentaba en Argentina que no tenía buena relación: Hernán Crespo y Lionel Me-ssi. “Crespo venía a la pieza todos los días con nosotros a tomar mate. No entiendo que digan que estábamos peleados. Ojalá podamos hacerlo goleador de la Copa”, manifestó. En tanto que, sobre Messi, apuntó: “Es un año más grande que en el Mundial y sabemos que es un gran jugador, que puede ser una carta de triunfo para nosotros, al que tenemos que ayudar entre todos”.

El conductor del equipo argentino que vio la luz en las distintas selecciones juveniles de José Perkerman se mostró conforme con este nuevo proceso encabezado por Basile: “Se está trabajando muy bien, aunque hay poco tiempo de entrenamiento. Por eso hay que mejorar mucho para llegar a un buen nivel de juego”.

Por último, Riquelme se refirió a las ausencias en el conjunto de Brasil de Kaká y Ronaldinho, quienes eligieron “descansar” durante la Copa América: “Me causa mucha felicidad verlos dentro de una cancha. Pero si decidieron no jugar hay que respetarlos”.