El neuquino Pablo Daniel Zamora Nievas fracasó en su intento de conseguir el título supermediano de la Asociación Mundial de Boxeo, al perder ampliamente por puntos en fallo unánime ante el campeón australiano Anthony Mundine. La pelea tuvo lugar en Broadbeach, Australia, y las tarjetas de los jurados (119-107, 120-108 y 119-108) dieron la pauta del dominio que ejerció Mundine de campaña a campaña ante un rival apenas empeñoso.

Un solo golpe, la izquierda lanzada en directo y en jab, y su buen juego de piernas le bastaron a Mundine (75,500 kg) para manejar sin sobresaltos el trámite de la pelea. Nievas (75,200 kg) nunca halló la fórmula para contenerlo. No hizo cintura para hacerle pasar de largo sus envíos, no intentó anticiparlo con la salida de su propia zurda ni pudo achicar las distancias y friccionar el trámite, llevándolo a la medida corta. Así planteado, el combate fue un largo monólogo que rara vez alcanzó voltaje emotivo.

Mundine gozó de libertad absoluta para hacer lo que quiso y sólo una lesión muscular en su brazo derecho y cierta fatiga que le apareció del 6º round en adelante lo privaron de ir en procura de una definición categórica. Nievas, que sufrió su segunda derrota en veinte salidas profesionales, soportó con estoicismo los golpes de Mundine, terminó con su rostro muy inflamado y dejó siempre en claro que esta chance le llegó más por los contactos internacionales de su manager, Mario Margossian, que por su menguado nivel pugilístico.