Con una superioridad asombrosa, Brasil se clasificó para las semifinales de la Copa América al vencer 6-1 a un apático equipo chileno, que se entregó casi antes de jugar y que ya perdía 3-0 antes de la media hora de juego. Juan, Julio Baptista, Robinho, en dos ocasiones, Josué y Vagner Love marcaron los goles del conjunto de Dunga, que ahora se enfrentará a Uruguay. Suazo descontó con un golazo.

La superioridad de Brasil quedó de manifiesto casi desde el arranque. Con su clásico toque de pelota dominó todos los aspectos del juego, ante un rival que lucía vencido casi antes de iniciarse el partido. Por eso, la incógnita pasaba por saber hasta cuándo podía resistir el conjunto de Nelson Acosta. Y la resistencia apenas duró un poquito más de un cuarto de hora, cuando Maicon peinó un corner en el primer palo y por el segundo apareció Juan para cabecear al gol, ante la floja oposición del arquero Bravo.

Si la actitud de Chile ya era escasa con el partido empatado, ni hablar de lo que mostró en desventaja. Totalmente despreocupado, el equipo trasandino deambuló en el terreno, ante un adversario que se floreaba, no paraba de tocar y ganaba en confianza, muy lejos de lo que había exhibido hasta ahora en el torneo. Ante ese panorama, no resultó sorprendente que llegara el segundo tanto, con una gran maniobra colectiva que resolvió Julio Baptista con un disparo cruzado, que pegó en el palo antes de ingresar.

El monólogo brasileño continuaba sin que apareciera ni una mínima reacción chilena. Por eso, la exhibición del Scratch tuvo otro pico de emoción con una electrizante corrida de Robinho, que se sacó de encima la pobre respuesta de la defensa rival y colocó un derechazo medido que venció nuevamente a Bravo. Por más que faltaba más de una hora para el cierre del partido, estaba claro que el ganador estaba sellado, sólo faltaba decorar el marcador. Chile apenas inquietó con un remate lejano de Mark González, que rebotó en el travesaño, y con otro disparo del jugador del Liverpool, que desvió Doni.

En el arranque del segundo tiempo pareció que Chile podía modificar su actitud. Pero antes de poder comprobarlo, Brasil consiguió un nuevo tanto, cuando Robinho conectó por el segundo palo un centro de Gilberto. Con todo resuelto, el resto del partido sirvió para que Josué anotara su gol al aprovechar un rebote, para que Suazo se despidiera de la Copa con un golazo (caño y toque por encima de Doni para salvar el honor) y para que Vagner Love por fin marcara su tanto.