El Villarreal volvió a dar muestras de que no contempla a Juan Román Riquelme y le sacó hasta el número de camiseta que utilizaba comúnmente el armador, que sigue esperando que su futuro se defina a favor de la continuidad en Boca, después de haber rechazado el interés del Atlético Madrid por su concurso. En Boca se espera que el tiempo corra y que, sin alternativas para negociar al jugador, el club español acepte cederlo otros seis meses.

Villarreal comunicó ayer los números de las camisetas que otorgó a los jugadores para la próxima temporada y el 8 que lucía en su espalda Riquelme ahora será vestido por Santiago Cazorla, que la temporada pasada jugó a préstamo en el Recreativo de Huelva.

El diario deportivo Marca infirió que con ello “el Villarreal le abre la puerta a Riquelme” para que regrese al club, pero se agregó que “el internacional argentino no entra en los planes del técnico, Manuel Pellegrini, ni del club, pero contará con una camiseta ya que, al ser miembro del plantel y tener un contrato, el club está obligado a proporcionárselo así como a permitirle entrenar”.

La negociación por la nueva cesión de Riquelme a Boca estaría trabada también por una cláusula preexistente en el contrato del jugador con el equipo castellonense, que se habría comprometido según la misma a abonarle al futbolista un premio de seis millones de euros al cumplirse cuatro años de obligación contractual, lo que sucedería en el próximo mes de octubre. Los dirigentes españoles, que rechazan el concurso del jugador, pretenden que éste renuncie al premio para cederlo una vez más a préstamo a Boca.

Riquelme, como es de esperar, no quiere ceder en este punto, pero tampoco desea regresar a jugar a España y aguarda, lo mismo que los directivos de Boca, que el comienzo de la Liga se acerque sin que la situación se resuelva de manera favorable para el Villarreal, imaginando que, en ese caso, el club de Castellón volverá a negociar con el club campeón de la Copa Libertadores.