Omar Narváez (50,800 kg) volverá esta noche a poner en juego su título mosca de la Organización Mundial de Boxeo. Lo hará por undécima vez en el Gimnasio Municipal Nº 1 de Trelew, Chubut, y ante el nicaragüense Marlon Márquez (50.800) en combate pactado a 12 asaltos que TyC Sports emitirá en directo desde la medianoche. El árbitro será el portorriqueño Roberto Ramírez y los jurados, el brasileño Daniel Fucs, el mexicano Héctor Afú y el argentino Manuel Véliz.

Narváez es favorito excluyente. Márquez se presenta como un rival de ocasión, buscado al solo efecto de mantenerlo activo y de reencontrarlo con el público de su ciudad natal, donde lleva más de dos años sin presentarse. Poco dice el record de 11 victorias (cuatro antes del límite) y dos derrotas del retador nicaragüense. Es más: su última pelea, el 1º de junio pasado, la perdió por decisión técnica en nueve asaltos ante el mexicano Alejandro Hernández en los Estados Unidos. El ex campeón mundial panameño, Roberto Vásquez, quien lo noqueó en 10 vueltas en 2003, es la única referencia destacada de un listado de adversarios abundante en púgiles ignotos o campañas negativas. Márquez es un boxeador alto para el común de la categoría. Pero eso no será una desventaja para Narváez, zurdo e invicto en 26 salidas profesionales, con 24 triunfos, 15 por fuera de combate, y apenas dos empates.

El campeón dice estar en mucha mejor condición física que en marzo último, cuando retuvo su corona ante el francés Brahim Asloum. También, que ya no quedan rastros de sus lesiones en la mano izquierda, que tanto lo atormentaron en sus defensas de 2006. Si todo fuera así, habrá que prepararse para disfrutar una nueva manifestación de su talento indiscutible. Ya fue dicho: técnicamente, Narváez es uno de los mejores boxeadores argentinos, si no el mejor. Es una pena que siga optando por peleas de bajo riesgo cuando le sobran aptitudes para cruzarse (y ganarles) a los mejores pesos mosca del mundo.